¿Qué es la Gig economy? Aquí te lo explicamos
La Gig economy cada vez cobra mayor importancia en México y el mundo, sobre todo ante la digitalización y las nuevas modalidades de trabajo; sin embargo, puede que no hayas escuchado este término y desconozcas bien a bien qué es.
Se trata de una tendencia laboral implementada por varias empresas caracterizada por contratar a colaboradores por proyecto o por un tiempo en específico.
Pero el concepto va más allá de eso. Es importante comprender cómo funciona y la manera en que impacta en el mundo laboral actual con el fin de saber si conviene a la empresa y al trabajador independiente, además de encontrar posibles soluciones a su situación.
¿Qué es la Gig economy?
También es conocida como “economía colaborativa”. En resumen, es una manera de trabajar basada en que las personas cuenten con empleos temporales o realicen trabajos por separado, cada uno pagado por su propia cuenta, en vez de laborar para una empresa fija, según el Diccionario de Cambridge.
Esta modalidad de trabajo representa una gran cantidad de ventajas, pero igual de retos, pues el propio diccionario antes mencionado describe que “los trabajadores se ganan la vida a duras penas, realizando trabajos ocasionales siempre que pueden”.
Puede leerse desesperanzador, pero la realidad depende de varios factores. Entre los principales beneficios que permite esta modalidad, relacionada frecuentemente con los freelancers (trabajadores independientes) están: autonomía, flexibilidad, trabajo en casa o a distancia, eres dueño de tu tiempo, negociación de tarifas y experiencia.
Con la digitalización, más empresas han optado por este modelo. Por ejemplo, compañías de viajes en automóvil solicitados por aplicaciones o de repartidores de comida.
De hecho, el Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey describe que este término se acota solo para quienes “ofrecen servicios y otras transacciones comerciales mediante el uso de aplicaciones digitales”.
Al corte de 2018, alrededor de 150 millones de personas en Norteamérica y Europa occidental laboran como independientes, representando una tendencia que está cobrando fuerza, según un estudio publicado por Harvard Business Review.
¿Cuál es su impacto en el mundo laboral?
Sin duda, esta modalidad se traduce en más oportunidades de trabajo, pues en México es más complicado encontrar empleo debido a que cada vez más se reduce su creación.
Esto representa un impacto en el mundo laboral, pues las empresas ven en esto una oportunidad para cubrir ciertas necesidades que algunas personas pueden cubrir temporalmente.
Sin embargo, esto repercute en la sociedad. Por ejemplo, con la proliferación de aplicaciones dedicadas al transporte, los taxistas han reportado mayor competencia e incluso han protagonizado conflictos y manifestaciones.
A esto se suma un problema común en este tipo de empleos: la falta de prestaciones y seguridad social.
Al ser trabajadores independientes, la empresa contratante no está obligada a otorgar dichos beneficios.
Por lo anterior, los miembros de la Gig economy se enfrentan a bajos salarios y trabajo precarizado.
Un reto más es que estos trabajos favorecen la desigualdad, pues son más aptos para quienes tienen habilidades digitales.
Los derechos de la Gig economy
Estas desigualdades han sido documentadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su reporte “Mecanismos de intermediación laboral en el trabajo del hogar remunerado en la Ciudad de México”.
El estudio citado por El Economista establece que las plataformas digitales presentan una gran cantidad de indefiniciones para la defensa de derechos.
Ante esto, los integrantes de esta modalidad se han manifestado por tener un contrato formal con prestaciones laborales y una afiliación al seguro social.
Poco a poco sus solicitudes se han atendido. Actualmente el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dispuso un esquema para personas trabajadoras independientes.
Con este modelo acceden a servicios médicos, prestaciones sociales que les correspondan y un ahorro para el retiro.
Sin embargo, aún hay más que hacer por los miembros de la Gig economy y sus derechos.