Qué es el síndrome del impostor
Hablar del síndrome del impostor es hablar de un trastorno psicológico muy habitual, sobre todo entre las mujeres.
De acuerdo con la doctora Laura Barrientos Nicolás, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 70 por ciento de la población mexicana padece o sufrió en algún momento de su vida el síndrome del impostor.
¿Alguna vez has afrontado un reto pensando que no estabas realmente capacitado para ello? ¿Has dado una charla como experto sintiendo que eres un fraude y que todos se darán cuenta de ello tarde o temprano? Son muchos los profesionales que se enfrentan a estos miedos día tras día en su rutina profesional.
Sin embargo, el problema de estas personas, de quienes padecen el síndrome del impostor, radica en que sus dudas son infundadas.
Es decir, en realidad se trata de profesionales exitosos cuyos resultados suelen ser buenos o muy buenos. Así que, ¿por qué les aterra el fracaso? ¿Por qué se sienten no válidos cuando alcanzan perfectamente las expectativas?
Cuáles son las causas de sufrir síndrome del impostor
Existen varias causas de sufrir el síndrome del impostor. Una de ellas es el gusto por la perfección. Quienes sufren el síndrome del impostor suelen ser personas muy perfeccionistas y exigentes consigo mismas. Sin embargo, existen otros dos motivos muy recurrentes:
Cuando la inseguridad es tu principal enemigo
Las personas inseguras tienen más posibilidades de experimentar el síndrome del impostor. Esta inseguridad puede deberse a problemas de aceptación durante la infancia por haber soportado numerosas críticas en el ámbito familiar o académico. Pero también a estereotipos de género y presiones sociales, muy arraigados en las mujeres. Las experiencias laborales traumáticas también pasan factura, pues pueden derivar en la pérdida de confianza de uno mismo.
Las personas que se creen superhéroes
El síndrome del impostor aparece también a menudo en profesionales que se creen imbatibles. En otras palabras: que tienen la convicción de que pueden llegar a todo y que además pueden hacerlo con un altísimo rendimiento. Suelen ser profesionales individualistas, que realizan esfuerzos descomedidos, a los que les cuesta delegar, y que acaban por sufrir ansiedad, estrés y bloqueo mental. Para estos profesionales, un fracaso puede suponer un duro golpe del que tarden en recuperarse.
El síndrome del impostor no es exclusivo del mundo laboral, de hecho, suele aparecer desde la infancia. Un buen ejemplo son esos jóvenes que se bloquean cuando deben enfrentarse a sus primeros exámenes. Lo normal es que sufran ansiedad antes de una evaluación para, después, obtener resultados magníficos.
De ahí la importancia de detectar de forma temprana el síndrome del impostor. Su conocimiento facilitará el camino a aquellas personas que lo sufran, pues serán capaces de enfrentarse a él.
Descubre todos los tipos del síndrome del impostor
El síndrome del impostor o síndrome del fraude lleva a personas exitosas en su trabajo a pensar que los logros obtenidos no les pertenecen. Que sus resultados son fruto del azar o de la suerte. Nada más lejos de la realidad.
Decimos que suele ser más habitual en mujeres porque se trata del colectivo que más tiende a infravalorarse. Ellas tienden a minimizar sus éxitos en mayor medida que los hombres. Sin embargo, el síndrome del impostor puede afectar a cualquier persona.
Y no existe un solo tipo de síndrome del impostor, sino varios en función de la causa que lo provoca. Así encontramos los siguientes tipos de síndrome del impostor:
- Perfeccionista: Habitual en aquellas personas que piensan siempre que podían haberlo hecho mejor y se culpan constantemente por no haberlo conseguido. La insatisfacción es una tónica predominante para estos profesionales.
- Experto: Por más que se preparen, investiguen, estudien o analicen un tema concreto, estas personas pensarán que no saben prácticamente nada sobre la materia en cuestión, que no tienen mucho que aportar.
- Genio: Personas acostumbradas al éxito sobrevenido o logrado sin esfuerzo que tienen a frustrarse cuando no lo consiguen fácilmente. Hechos como estos les harán perder la confianza en sí mismos.
- Individualistas: Tienden a hacerlo todo de forma exclusiva y personal, sin delegar ni pedir ayuda. En realidad, piensan que hacerlo es síntoma de debilidad, de falta de excelencia o capacidades.
- Superhéroe: El síndrome del impostor responde, en estos casos, a personas que piensan que pueden llegar a todo y al 100 % de sus posibilidades. Normalmente, existe en ellos cierta distorsión de la realidad y de sus capacidades.
Si te sientes reflejado o reflejada en alguno de estos perfiles, quizás es hora de que analices si sufres realmente el síndrome del impostor. La mayoría de las personas que lo padecen aún no lo saben. Para contrarrestarlo, acude con un profesional, puedes hacerlo a través del seguro médico de tu plan de retribución flexible. Solicita un servicio de salud mental a tu medida.