¿Qué son las acciones fantasma y cómo funcionan?
Las empresas buscan herramientas para motivar a sus empleados, recurriendo a beneficios y más prestaciones. Uno de estos son las acciones fantasma.
Quizás no lo hayas escuchado. Tiene que ver con un incentivo que suele ofrecerse a colaboradores clave.
En resumen, consiste en otorgarles un beneficio económico ligado al valor de las acciones de la empresa, aunque no posean acciones reales. A continuación te contamos más.
Tabla de contenidos
- ¿Qué son las acciones fantasma?
- ¿Cómo funcionan las acciones fantasma?
- Beneficios y desventajas de las acciones fantasma
¿Qué son las acciones fantasma?
Son un tipo de incentivo financiero otorgado a ciertos empleados, que les permite ganar una compensación equivalente a la ganancia de las acciones de la empresa sin necesidad de ser propietarios reales.
A diferencia de las acciones tradicionales, no representan una propiedad, sino un valor especulativo que refleja el crecimiento o disminución del precio de las reales de la compañía, de acuerdo con el Instituto Europeo de Asesoría Fiscal (INEAF).
Este esquema es útil para las empresas que desean motivar a sus empleados sin diluir su propiedad.
¿Cómo funcionan las acciones fantasma?
Su funcionamiento está directamente ligado al rendimiento de la empresa.
Al final de un periodo acordado o al cumplir ciertos objetivos, el valor de estas es liquidado, y el beneficiario recibe un pago que suele basarse en el valor actual de las acciones reales.
Según el portal especializado Business Insider, la liquidación puede ocurrir en una fecha específica o al cumplir ciertos hitos, como una fusión o una oferta pública.
También pueden usarse para otorgar bonos a ejecutivos clave sin alterar la composición accionaria de la empresa.
Beneficios y desventajas de las acciones fantasma
Las acciones fantasma ofrecen varios beneficios. Entre ellos, permiten a la empresa ofrecer un incentivo atractivo sin perder control o diluir la propiedad entre los accionistas.
Además, este esquema permite motivar a los empleados a alinearse con los objetivos financieros de la empresa. Sin embargo, también existen desventajas; si la empresa no cumple con el crecimiento proyectado, el incentivo pierde atractivo.
Además, algunos colaboradores pueden preferir incentivos más tangibles o poseer acciones reales.
Las acciones fantasma son especialmente útiles para las empresas que buscan retener talento en posiciones estratégicas, aunque deben analizar cuidadosamente los beneficios y posibles limitaciones antes de implementarlas.