Seguro social vs seguro de gastos médicos privado: conoce las diferencias
Contar con un seguro social o de gastos médicos privado representa varias ventajas, principalmente que, ante alguna eventualidad, estarás protegido financieramente y con servicios de salud.
Sin embargo, cada uno es diferente, comenzando por el modo de financiamiento, acceso y cobertura.
Es de suma importancia conocer las diferencias entre ambos para que conozcas qué te conviene más con base en tus necesidades y posibilidades.
¿Cuál es la diferencia entre un seguro privado y social?
Alrededor del mundo, distintos gobiernos ofrecen seguridad social a sus habitantes por medio de organismos dedicados a su administración. En el caso de México, los más conocidos son el Instituto Mexicano para el Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas (ISSFAM).
Cada uno cuenta con características diferentes (las cuales puedes conocer en esta nota), aunque son muy similares, pues todos tienen el fin de garantizar asistencia médica, seguridad del ingreso y otro tipos de seguros.
Por su parte, un seguro de gastos médicos privado tiene el objetivo de “ayudar a enfrentar problemas de salud inesperados y evitar situaciones más graves”, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Existen varios tipos como el seguro de gastos médicos mayores, que usualmente cubre enfermedades o accidentes que requieren de hospitalización, apoyo financiero y medicamentos.
También podemos encontrar seguros de gastos médicos menores o de vida. Checa la diferencia entre cada uno aquí.
Como ves, tanto el seguro social como el privado sirven como un apoyo médico y financiero ante una crisis, pero hay varias diferencias.
En el caso del seguro social, el trabajador cubre el gasto por medio de contribuciones del salario que recibe, las cuales se descuentan en cada pago de nómina. Esto se complementa con las aportaciones del patrón.
En contraste, en el privado, el beneficiario debe cubrir un pago periódico con la aseguradora elegida, así como una póliza en caso de necesitar el servicio.
Otra diferencia sustancial es que el seguro privado, generalmente, se limita a brindar apoyos médicos, mientras que el social brinda más prestaciones como un sistema de pensiones, guarderías, préstamos hipotecarios, servicios turísticos y administración de cuentas individuales, aunque esto dependerá también de cada instituto.
¿Cómo contratar un seguro de salud privado?
Para contratar un seguro médico privado, lo más común es acercarse a las distintas aseguradoras que existen en el país y contrastar las opciones que brindan.
Aunque existen opciones más sencillas como los beneficios otorgados por la empresa donde trabajas, ya que, actualmente, son más las que ofrecen esta prestación superior.
Una de las alternativas que más interés están generando es Cobee, un servicio que integra distintos beneficios, como un plan de seguros, en una sola tarjeta y plataforma digital.
Basta con acceder a tu aplicación para gestionar cada seguro y ver cómo lo puedes utilizar. Una ventaja de esto es que tienes acceso a otras compensaciones de salud como bienestar físico, apoyo psicológico y telemedicina.
¿Cómo tener seguro social?
En el caso del IMSS, el proceso está más del lado de una empresa, pero deberás poner de tu parte otorgando tu Número de Seguridad Social (NSS), el cual puedes obtener en línea con tu CURP y un correo electrónico personal.
Una vez que lo tengas, compártelo con tu empleador para que se te dé de alta en el IMSS.
Si eres trabajador del Estado, debes acudir a un Departamento de Afiliación y Prestaciones Económicas en una Delegación Estatal o Regional del ISSSTE.
También puedes ir a una Área Técnica en una Clínica de Medicina Familiar del organismo para solicitar tu registro.
Tendrás que llevar varios documentos como:
- Identificación oficial vigente
- Comprobante de domicilio con una vigencia no mayor a tres meses
- Último comprobante de pago o constancia laboral, acta de nacimiento y CURP.
Tanto un seguro social como un seguro de gastos médicos privado conllevan ventajas y desventajas. Lo más importante es comparar qué te conviene más, e incluso analizar si es viable contar con ambos.