Candidate persona
En candidate persona hace referencia al prototipo de candidato o candidata ideal a un puesto de trabajo específico.
De hecho, responde a una metodología de selección dentro del Inbound Recruiting. Mediante esta, el departamento de RRHH perfila, al mínimo detalle, las características que debe reunir ese talento para encajar a la perfección con las necesidades empresariales.
El objetivo es lograr atraer a ese candidato o candidata perfecto a través de una oferta adecuada y una propuesta seductora. Y para ello, es necesario detallar las habilidades o cualidades que se le piden por adelantado. Primero, para orientar dicha oferta a los y las profesionales indicados. Segundo, para comprobar más tarde, a través de una entrevista de trabajo, que los y las preseleccionados se ajustan realmente a ese prototipo ideal, a ese candidate persona.
Claves del candidate persona
Puesto que el candidate persona es una descripción ficticia del talento deseado, es importante que sea lo más detallada posible para garantizar una compatibilidad que roce el 100 % entre el candidato o candidata y ese modelo ideal definido desde RRHH. Si la descripción es genérica o ambigua, en ella tendrán cabida numerosas personas y el proceso de selección no será tan efectivo.
El bosquejo de esa candidate persona ha de ser el primer paso en un proceso de reclutamiento. Para ello, precisa de una fase de investigación previa que determine las características y cualidades precisas que hay que buscar en el proceso de selección. Han de tenerse en cuenta las necesidades del departamento y de la organización en general.
Ese candidate persona no solo debe recoger aspectos como la formación necesaria o la experiencia deseada para un determinado puesto. Es conveniente que recoja otros factores. Por ejemplo, su actitud, los valores que atesora como profesional, cómo entiende la cultura de empresa, etc. De esta forma, desde RRHH podrán constatar si encaja con el espíritu corporativo de la organización y con la forma de trabajar en la misma.
El perfil de candidate persona creado para un determinado puesto no es definitivo. Es decir, puede cambiar con el paso del tiempo. Y no solo de acuerdo a las cambiantes necesidades de la empresa o la introducción de tecnología disruptiva. También por las nuevas habilidades que se les pide a los y las profesionales de acuerdo a la cultura de trabajo o de liderazgo imperante en esa época.
Concluir un proceso de selección con éxito dependerá, por tanto, de la habilidad del departamento de RRHH para describir perfiles candidate personas que encajen con los estándares corporativos.
Porque, por un lado, sabrá exactamente a qué tipo de audiencia dirigirse, con qué tipo de oferta de trabajo y en qué canales de búsqueda de empleo. Y por otro, porque podrá dirigir la entrevista personal o grupal a los aspectos clave que desea conocer la empresa, aquellos que se identifican con las necesidades de la organización y los requisitos para ese nuevo talento.
La importancia de crear un candidate persona no acaba ahí. Permite crear una propuesta de valor adecuada al candidato o candidata, mucho más relevante, y dotar de mayor transparencia y objetividad al proceso de selección.