Código de conducta
El código de conducta es un documento que emana de la empresa y recoge los principios éticos y morales de la organización, aquellos a los que deben responder todos y cada uno de los empleados y empleadas.
Es decir, el código de conducta establece un marco corporativo de comportamiento con el fin de garantizar el cumplimiento de la legislación vigente, de los derechos de los y las trabajadoras, y del bienestar de la ciudadanía y del entorno en el que opera dicha entidad.
El código de conducta es hoy en día esencial para minimizar el impacto de la empresa sobre la plantilla, la comunidad y el medioambiente. Y para favorecer que este sea, en tal caso, positivo. Es decir, responsable, ético y acorde a la normativa imperante.
De hecho, hoy en día, toda política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o cultura corporativa se asienta sobre ese código de conducta empresarial.
Claves del código de conducta en la empresa
Puesto que un código de conducta empresarial es un conjunto de principios y normas que guían el comportamiento y las decisiones no solo de los empleados y empleadas, sino de la Dirección, ha de establecer ciertos requisitos y expectativas en cuanto a la ética y las prácticas profesionales. Estas han de incidir sobre múltiples aspectos como:
La convivencia en el seno de la organización. Es decir, el cumplimiento de leyes y regulaciones respecto a la protección de la información sensible, el uso adecuado de los recursos de la empresa, las nomas de respeto y no discriminación para un ambiente de trabajo inclusivo, la seguridad, la salud y el compromiso con el bienestar de los equipos, etc.
La responsabilidad social y ambiental a través de políticas que afiancen el compromiso con la sostenibilidad y las prácticas ambientales a las que se insta desde las instituciones de la UE u otras administraciones públicas para el cumplimiento legislativo al respecto.
De la misma forma, debe garantizarse la adopción de soluciones que faciliten el reporte de infracciones o violaciones del código de conducta por parte de trabajadores y trabajadoras.
A través del código de conducta, una empresa puede no solo mejorar su imagen como empleadora o cultura organizativa, sino prevenir prácticas ilegales y poco éticas que podrían poner en riesgo su reputación o viabilidad debido a sanciones legales.
Así pues, ¿para qué sirve un código de conducta de empresa? Este es capaz de sentar las bases de la convivencia dentro de la empresa. Pero también de cómo esta se relaciona con su entorno social y natural más inmediato. De ahí su importancia.
Algunos de los conceptos que suelen incluir los códigos de conducta, de hecho, son:
Los valores fundamentales y principios éticos que deben guiar las acciones de todas las personas involucradas, así como las relaciones con terceros.
El marco legal, general y específico, al que responden las actividades de la empresa, sus trabajadores y trabajadoras y que debe respetarse escrupulosamente.
Un decálogo de normas para la promoción de un ambiente de trabajo saludable, seguro, justo, inclusivo y respetuoso. Y otro con prácticas que minimicen el impacto social y ambiental de la actividad profesional.
Código de comportamiento decoroso dentro y fuera de las instalaciones corporativas.
En aquellas empresas con fuertes valores de compromiso hacia el bienestar de las personas y del medioambiente, el código de conducta supone, además, una herramienta de engagement y de atracción de talento.
