Criba curricular
Entendemos por criba curricular la preselección de candidatos y candidatas dentro de la fase de reclutamiento de una empresa.
De hecho, es la primera etapa del proceso selectivo que lleva a cabo el departamento de RRHH, en la que se descartan los CV que no resultan idóneos para el puesto o que no encajan con el perfil solicitado.
La criba curricular es especialmente importante en procesos selectivos donde se reciben decenas de candidaturas. También en los que esas candidaturas son muy similares, por lo que resulta complicado discernir cuál será la persona más adecuada.
Así, la criba curricular trata de aligerar el proceso de selección para llegar lo antes posible a la fase de entrevista de trabajo personal y que, además, a esta acuda tan solo un puñado de personas, y no un número muy elevado, pues esta condición podría dilatar severamente el proceso de reclutamiento. La criba curricular permite así optimizar y acortar la fase de selección.
Fases del cribado curricular
Cada departamento de RRHH aplica sus propios criterios en la criba curricular. Sin embargo, podríamos establecer tres fases comunes:
Fase 1. Primer cribado curricular: desechar las candidaturas que no se ajustan a la oferta de manera objetiva, es decir, en base a la formación requerida, destrezas técnicas, idiomas, experiencia, etc. Lo habitual es eliminar en esta fase el 90 % de las candidaturas.
Fase 2. Segundo cribado curricular: se eligen las mejores candidaturas de entre las preseleccionadas en función de cualidades sobresalientes y que marcan un valor añadido respecto al resto de candidatos o candidatas: haber trabajado para la competencia, hablar varios idiomas, contar con disponibilidad para viajar, etc.
Fase 3. Tercer cribado curricular: análisis de soft skills y valores personales que se alineen con aquellos que atesora o busca la corporación: especial sensibilidad medioambiental, implicación en proyectos sociales, capacidad de liderazgo, etc. Para ello, es necesario indagar en la identidad digital y buscar referencias o recomendaciones que versen sobre las personas postulantas.
Claves para una criba curricular exitosa
Huir de la subjetividad, incluso cuando esta no es manifiesta. De hecho, cada vez más empresas utilizan herramientas tecnológicas de cribado curricular automático para evitar sesgos o juicios de valor personales, así como soluciones tipo currículos ciegos.
Definir detalladamente lo que se espera del candidato o candidata en la oferta de trabajo, de tal forma que se evite uno de los grandes inconvenientes en los procesos de selección: el número de candidaturas recibidas, que hace de estos procedimientos largos y muy farragosos, extenuantes para el departamento de RRHH, que puede pasar por alto perfiles valiosos fruto de dicha sobrecarga.