Desarrollo profesional

Gestión del talento

El desarrollo profesional se refiere a la mejora continua de las habilidades, competencias y conocimientos de un trabajador y trabajadora a lo largo de su carrera profesional. Implica, pues, que sea un proceso a largo tiempo, continuado, y totalmente personalizado.

De hecho, hoy en día se habla de Desarrollo Profesional Continuo (DPC) desde una perspectiva holística. Es decir, como un proceso de crecimiento personal y profesional encaminado a incrementar las capacidades de las y los profesionales para incrementar su rendimiento y potencial.

Dicho DOC precisa de un plan de desarrollo profesional estratégico que pasa por el análisis de las capacidades de cada persona y un itinerario formativo en función de las debilidades y fortalezas encontradas.

Claves del desarrollo profesional

El desarrollo profesional de trabajadores y trabajadoras garantiza el desarrollo futuro de las empresas al mejorar las competencias de los equipos de trabajo, especialmente en sectores emergentes o que experimentan una profunda transformación, pues se prepara a los y las profesionales para afrontar los nuevos desafíos del mercado, por ejemplo, mediante la asunción de nuevas tecnologías o la capacitación en resiliencia.

De hecho, el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 de las Naciones Unidas, aquel que versa sobre Trabajo Decente y Crecimiento Económico, establece que las empresas pueden contribuir al mismo “garantizando contratos indefinidos y oportunidades de promoción y desarrollo profesional a los empleados, especialmente a jóvenes o personas con discapacidad”.

El desarrollo profesional es, por otra parte, un pilar básico en las políticas de equidad de género dentro de las organizaciones. Básico en los planes de igualdad. Pues facilitar el acceso en igualdad de condiciones a las formaciones con el fin de equilibrar el desarrollo profesional de hombres y mujeres resulta vital para que estas alcancen puestos hasta ahora desempeñados mayoritariamente por hombres.

Destacan así estrategias como los cursos de reciclaje para mujeres que se incorporan tras una excedencia por cuidado de menor o para mujeres víctimas de violencia de género.

El desarrollo profesional es igualmente importante para aquellas empresas que deseen incrementar su capacidad para atraer a jóvenes talentos o fidelizar a profesionales cualificados, pues el desarrollo profesional se ha convertido en una de las grandes demandas de los empleados y empleadas en la actualidad.

De hecho, la falta de oportunidades al respecto se perfila como uno de los principales motivos para dejar el puesto de trabajo, especialmente entre las generaciones más jóvenes, según diversos estudios llevados a cabo en los últimos años.

Para la Organización Mundial de la Salud, los programas de promoción y desarrollo profesional son aquellos que permiten “equipar al personal para que desempeñe sus funciones a un nivel de excelencia”. ¿Cómo? Mediante un conjunto coordinado de iniciativas complementarias que respalden su trayectoria profesional. Entre estas iniciativas figuran: la tutoría y el aprendizaje entre pares, las asignaciones temporales a otro lugar de destino o área de trabajo o el coaching para el desarrollo del liderazgo.

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