Homeoffice
Homeoffice es el término inglés utilizado para denominar una modalidad donde se trabaja desde el domicilio, es decir, de lo que en España conocemos como teletrabajo.
El homeoffice, extendido en otros mercados laborales, no arraigó en el nuestro hasta la llegada de la pandemia sanitaria. Es decir, su implantación responde más a una obligación que a una tendencia.
Sin embargo, sus ventajas competitivas, por ejemplo en posibilidades de conciliación laboral, familiar y personal, y en la mejora de la experiencia del empleado o empleada, han posibilitado que dicha alternativa cale como una opción normalizada en nuestro país, especialmente en ciertos sectores o actividades. Si bien no de manera integral, es decir, ocupando el 100 % de la jornada de trabajo, si a través de fórmulas mixtas o modelos híbridos.
Gracias a estas últimas, un trabajador o trabajadora puede practicar homeoffice ciertos días a la semana o solicitar homeoffice en su empresa durante determinados meses, como los de verano.
Claves del homeoffice
El Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, establece que el teletrabajo es una subespecie del trabajo a distancia (el que se realiza fuera de las instalaciones de la empresa) y que implica la prestación de servicios con nuevas tecnologías. El homeoffice u oficina en casa aportaría un matiz al respecto, que dicho trabajo debe hacerse desde el hogar. Sin embargo, puesto que el teletrabajo suele llevarse a cabo también desde la propia vivienda o desde una segunda residencia, ambos conceptos pueden equipararse actualmente.
Lo cierto es que muchas empresas, aún habiendo aprobado una situación de teletrabajo para un profesional concreto, solicitan que cualquier cambio de domicilio que diste del hogar para la prestación de servicios sea debidamente comunicada para su pertinente aprobación por parte del departamento de RRHH. Es decir, si normalmente teletrabajamos desde nuestra casa, situada esta, por ejemplo, en la misma ciudad que la sede de nuestra empresa, y queremos hacerlo en verano desde nuestra vivienda en la playa, deberemos notificarlo y esperar la aprobación pertinente por parte de la organización.
El teletrabajo, como el homeoffice, no implica necesariamente que un empleado o empleada pueda, además, flexibilizar su jornada laboral ni, como hemos señalado, desempeñar sus tareas desde cualquier parte del mundo. Para disfrutar de esa total libertad sin necesidad de comunicarlo a la empresa constantemente, el trabajador o trabajadora debería abrazar una modalidad distinta, la del smart working, al que están acostumbrados profesionales de sectores normalmente dinámicos y creativos.
En España, el teletrabajo conlleva además otros criterios aplicables al homeoffice siempre y cuando la empresa considere ambos términos equiparables. Por ejemplo: debe ocupar un mínimo del 30 % de la jornada durante un periodo de, al menos, tres meses y llegarse para ello a un acuerdo por escrito en el que se especifiquen las condiciones acordadas entre empresa y trabajador. Además, la organización tiene la obligación de abonar al trabajador los gastos que implique el teletrabajo desde casa y facilitar al empleado los medios necesarios para poder realizar sus tareas a distancia.
Entre las grandes ventajas asociadas al homeoffice para el empleado y empleada y para empresas, aquellas que han hecho de esta una opción cada vez más demandada e implantada, destacan:
· Mejora de las posibilidades de conciliación.
· Reducción de costes en movilidad y transporte, en alimentación… También de costes ambientales, al propiciar el descenso en el número de desplazamientos de la oficina a casa y viceversa.
· Mejora de la productividad al evitar las distracciones y ciertos conflictos fruto de ambientes de trabajo negativos.
· Mayor motivación ante la satisfacción de poder practicar homeoffice.
· Disminución del absentismo.
· Retención y atracción de talento.
· La cabida de otros profesionales asentados, por ejemplo, personas con ciertas limitaciones de movilidad, asentadas en otros países o en entornos rurales…
Las empresas que han apostado seriamente por el homeoffice han convertido algunas de sus principales debilidades en ventajas competitivas.
*Véase Modelo de trabajo híbrido o Teletrabajo.