Job crafting

Gestión del talento

El job crafting es un método que trata de fomentar el papel proactivo de los trabajadores y trabajadoras, apartándoles de los roles tradicionales, más encorsetados. Así pues, redefine el papel de los empleados y empleadas en su centro de trabajo con el fin de aumentar el engagement hacia la empresa.

Este concepto se extiende entre los departamentos de RRHH que basan su política de gestión de talento en la psicología organizacional, es decir, en aumentar la motivación e implicación de los equipos de trabajo mejorando sus condiciones laborales, concretamente, aquellas que tienen que ver con el desempeño de determinadas tareas. De hecho, el job crafting posibilita que los y las profesionales puedan moldear las actividades diarias que deben ejecutar con el fin de adaptarlas a su visión particular, intereses, habilidades y creatividad.

Supone así un extra de participación y el fomento de dinámicas de aprendizaje colaborativo.

Claves del job crafting

A través del job crafting, los empleados y empleadas pueden rediseñan, para personalizar, su propio trabajo, de tal forma que este resulte más atractivo, dinámico, eficaz y de mayor calidad. La consecuencia inmediata del job crafting es que las tareas se alinean con un trabajo más satisfactorio y estimulante, que incrementa así el nivel de desempeño.

Dicho enfoque hace que los empleados y empleadas mejoren sus expectativas y se sientan más estimulados a la hora de atender sus responsabilidades.

De hecho, es importante que dicho proceso entre en juego desde la fase de onboarding, de tal forma que los nuevos talentos puedan participar en la definición de su rol y tareas, mejorando la experiencia y los primeros pasos del trayecto dentro de la empresa. En definitiva, mejorando el rendimiento laboral a través de la satisfacción.

Dichas motivaciones, de carácter individual, impulsan la transformación de equipos de trabajo por completo y, con ellos, de toda la organización. Para conseguirlo, el job crafting precisa de:

– Un ambiente participativo, colaborativo, de intercambio de conocimientos y de confianza a los trabajadores y trabajadoras, donde los errores tengan cabida y estos aumenten la confianza de las plantillas en sí mismas, lejos de desmotivarlas.

– Un aumento de los recursos en programas de capacitación y formación personalizados, incluidas hard skills y soft skills.

– Evitar tareas repetitivas y de escaso valor añadido, por ejemplo, introduciendo soluciones digitales capaces de automatizar este tipo de actividad. E introducir desafíos que puedan motivar a los empleados y empleadas.

– Aplicar modelos laborales por objetivos y no por horas de trabajo invertidas..

El job crafting posibilita un cambio en las tareas (task crafting) y con ellas, su alcance o eficacia; un cambio en las relaciones (relational crafting), es decir, capacidad para establecer nuevas conexiones, mejorar las relaciones existentes o disminuir las tóxicas o no productivas, y cambios en la percepción del trabajo y en el rol dentro de la organización (cognitive crafting), aceptando estas como una contribución más significativa a los valores y la misión de la empresa.

Todo ello traerá consigo:

Que los empleados y empleadas que personalizan su trabajo se sientan más satisfechos y comprometidos.
Que al alinear mejor sus tareas con sus habilidades e intereses mejoren su desempeño y su rendimiento.
Una reducción del estrés y del agotamiento al eliminar o disminuir tareas de escaso valor añadido.
Un mayor sentido y propósito de la actividad diaria.

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