Método kaizen
El método Kaizen es aquel basado en la revisión permanente de procesos con ánimo de mejora continua. Es decir, para incrementar la eficacia y eficiencia, así como los estándares de calidad del servicio o producto final en una empresa.
Dicho método se basa en la aplicación de medidas sencillas pero diarias, de forma colaborativa y a través de la optimización de recursos. A través de dichas medidas eficaces se actúa sobre los puntos de conflicto o puntos débiles detectados, elevando la capacidad y eficacia de todo proceso.
Hay quien ve en la metodología Kaizen una auténtica filosofía de trabajo.
Claves del método Kaizen en la empresa
La metodología Kaizen, a pesar de ser originaria de Japón y contar con décadas de historia a sus espaldas, sigue siendo relevante y ampliamente aplicada en las empresas modernas de todo el mundo. Su implementación puede variar según el sector y la organización, pero los principios fundamentales permanecen intactos:
La apuesta por mejoras pequeñas y continuas en lugar de grandes cambios esporádicos.
Fomentar una cultura donde todos los empleados y empleadas, independientemente de su nivel o rol dentro de la empresa, buscan formas de mejorar su trabajo diario, involucrando así a todos los niveles de la organización, desde la alta dirección hasta los trabajadores y trabajadoras de línea.
Una política centrada en la mejora de los procesos en lugar de obtener solo resultados.
El análisis de cada etapa del proceso de trabajo para eliminar ineficiencias.
La identificación y eliminación de actividades que no agregan valor, como el tiempo de espera, el exceso de inventario y los movimientos innecesarios.
Beneficios del método Kaizen
Aumento de la eficiencia, es decir, de la capacidad de aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Mayor cooperación a través de modelos transversales en los que cada profesional juega un papel muy activo, con mayores índices de complicidad, compromiso laboral y adhesión a la empresa.
Incremento de la competitividad gracias a una disminución de los costes y un aumento de la capacidad productiva.
Un ejemplo clásico de éxito empresarial en la implementación del método Kaizen es la multinacional Toyota.
Fases para la implementación del método Kaizen:
Planificación: identificar posibles mejoras en toda la cadena de valor de la actividad empresarial.
Acción: crear un equipo de trabajo multidisciplinar y comprometido con esas mejoras constantes.
Verificación: proceso de constatación y evaluación del grado de resolución del problema.
Acción: El extender la implantación de las mejoras que han dado resultado y convertirlas en un proceso transversal a toda la actividad.
La metodología Kaizen no solo aporta protocolos que contribuyen al desarrollo empresarial, aporta el crecimiento ético de la corporación gracias a una política de empresa centrada en la potenciación de las capacidades profesionales y en la satisfacción laboral de los equipos de trabajo a través de incentivo como la toma de decisiones o el reconocimiento dentro de la organización.
