Motivar a los empleados
Motivar a los empleados responde a una estrategia de enfoque holístico que trata de incrementar el nivel de productividad, la calidad en el desempeño y la implicación de las plantillas respecto a la consecución de los objetivos corporativos a través de recursos emocionales.
Hoy en día, se considera esencial para alcanzar el éxito en cualquier organización, pues equipos de trabajo más motivados resultan no solo más productivos, sino creativos y fieles a la empresa, lo que se traduce en un mejor desempeño general.
Este concepto no es nuevo. Quedó patente a mediados del siglo pasado, cuando teóricos como Elton Mayo y su experimento Hawthorne llamaron la atención sobre la importancia del reconocimiento a las personas en los resultados empresariales. Es decir, cómo el desempeño mejoraba ostensiblemente por parte de los equipos de trabajo si sentían que la empresa atendía a sus necesidades con el fin de preservar su bienestar.
Desde entonces, otros investigadores han puesto de relieve, a través de sus estudios, la importancia de la motivación a través de diferentes conceptos, prácticamente todos ellos más eficaces que un aumento del salario como medida motivadora.
Claves de motivar a los empleados y empleadas
Retención del talento, mejora de la productividad, atracción de profesionales, disminución del nivel de rotación, evitar la fuga de cerebros, fomentar la innovación…, sea cual sea el objetivo de RRHH respecto a la mejora de la gestión de las personas, la respuesta pasa, hoy en día, por la motivación. De hecho, los recursos humanos han convertido la motivación de los empleados y empleadas en una pieza fundamental para conseguir un clima empresarial atractivo y beneficioso para todas las partes implicadas.
La motivación laboral hace referencia a las posibilidades que tiene cualquier empresa para implicar a sus trabajadores e incrementar su nivel de desempeño. Por esta razón, y para conseguir ese compromiso, se debe adoptar una estrategia holística, que permee en todas las capas y miembros de la plantilla, y que ponga al servicio de tal objetivo distintas herramientas.
Reconocer los logros y esfuerzos de los empleados y empleadas a través de recompensas tangibles e intangibles.
Proveer oportunidades de capacitación y desarrollo profesional para que los trabajadores y trabajadoras puedan adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras.
Crear un entorno laboral que sea seguro, inclusivo y acogedor. Fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo.
Ofrecer opciones de conciliación y de trabajo flexible, como horarios ajustables y teletrabajo, para ayudar a los empleados y empleadas a equilibrar mejor su vida laboral, familiar y personal.
Establecer metas claras y realistas, y asegurar que los y las profesionales entiendan cómo su trabajo contribuye a los objetivos generales de la organización.
Proporcionar retroalimentación regular y constructiva para ayudar a los equipos de trabajo a mejorar y crecer en sus roles.
Conceder a los individuos autonomía para tomar decisiones en su trabajo y responsabilizarse de sus tareas, lo cual aumenta el sentido de propiedad y motivación.
Asegurarse de que los salarios y beneficios sean competitivos y reflejen el valor que los empleados aportan a la empresa.
Fomentar una cultura organizacional donde el reconocimiento y la gratitud sean parte integral de las interacciones diarias.
Implementar programas de bienestar que aborden la salud física, mental y emocional de los empleados y empleadas, como actividades de fitness, asesoramiento y programas de apoyo.
Gracias a todas ellas, la compañía está en disposición de aumentar la motivación intrínseca de la plantilla, aquella que proviene de una satisfacción personal; la motivación extrínseca, relacionada con el reconocimiento; la motivación positiva, a través de recompensas por la consecución de algún tipo de logro; la motivación primaria, que satisface necesidades básicas, y la motivación social, derivada de la aceptación social en un grupo.