Optimización de procesos

Gestión del talento

La optimización de procesos consiste en la mejora continua de la eficiencia y efectividad de los procedimientos de una organización. Para ello, esta debe identificar dichos procesos ya existentes, examinarlos y proponer soluciones de mejora utilizando el menor número de recursos posibles, sean humanos, técnicos, energéticos, etc.

La optimización continua de procesos pivota sobre una cultura de mejora dentro de la empresa y esta conlleva la consecución de los objetivos corporativos a largo plazo, de manera sostenida y en base a la innovación y la implantación de tecnologías disruptivas, capaces de incrementar la adquisición o desarrollo de soluciones de mejora cada vez más capaces.

Claves en la optimización de procesos

Existen muchas teorías sobre optimización de procesos, enfoques o estrategias. Y la digitalización ha supuesto la revolución de todas ellas, pues ha permitido la máxima optimización hasta ahora conocida de los procesos, ya sean de gestión, de producción, etc.

La optimización de procesos a través de soluciones digitales como técnica permite analizar de manera exhaustiva todos los procesos para eliminar brechas o errores, reducir tiempos de ejecución, etcétera, maximizando los beneficios y minimizando las posibles pérdidas.

Para alcanzar las metas de eficiencia y eficacia, la optimización de procesos requiere:

La recopilación exhaustiva y rigurosa de datos cuantificables y medibles para un análisis detallado que logre detectar ineficiencias como cuellos de botella, actividades que no agregan valor, etc. Los diagramas de flujo son empleados en esta primera fase.

Diseño y desarrollo de mejoras específicas que solventen los defectos encontrados y con ello logren incrementar el nivel de actividad, la calidad del producto, etc.

Monitoreo de las soluciones implementadas y promoción de una gestión del cambio organizacional basado en la mejora continua. Esta última ha de considerarse como una filosofía de trabajo apuntalada a través de la cultura organizacional.

Así pues, la identificación y propuesta de mejoras son dos pilares fundamentales en la optimización de procesos. Contribuyen a: reducir el consumo de recursos y con ello el coste global de la actividad empresarial; un incremento y sostenibilidad de la producción o prestación del servicio, una tendencia creciente en las costas de calidad. Y, en general, un aumento de la productividad de los equipos de trabajo y, con ello, de carácter organizacional.

Por otra parte, las organizaciones optimizadas son más ágiles y rápidas a la hora de enfrentarse a entornos en constante transformación, dotando a la empresa de un mayor poder de resiliencia, lo que la convierte en una opción más competitiva en un entorno empresarial dinámico y exigente.

Las operaciones optimizadas mejoran así la gestión de recursos y un tipo de crecimiento predecible y sostenido, capaz de garantizar el desarrollo de la empresa sin comprometerla, mantener su nivel de rendimiento y rentabilidad, y adaptarse a los vaivenes del mercado .

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