Tiempo de trabajo efectivo
Se considera tiempo de trabajo efectivo el período durante el cual un empleado o empleada está realizando sus tareas y funciones específicas para la empresa, excluyendo cualquier interrupción o tiempo no productivo (festivos, vacaciones, tiempos de descanso…). Es decir, todas las horas en las que el empleado o empleada está desempeñando activamente su trabajo.
Este concepto se toma en cuenta para sopesar la viabilidad o éxito de las estrategias de compensación o productividad, así como para garantizar el cumplimiento de las leyes laborales.
En España, el tiempo de trabajo efectivo viene recogido en el Estatuto de los Trabajadores y en los convenios colectivos. El primero estipula que la jornada ordinaria de trabajo en España no puede exceder las 40 horas semanales de trabajo efectivo, en promedio anual, ni las nueve diarias, salvo convenio colectivo (8 horas en el caso de menores de 18 años).
El trabajo efectivo se rige además por la Directiva 2003/88/CE relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo.
Claves del tiempo de trabajo efectivo
En Estatuto de los Trabajadores establece condiciones respecto al tiempo de trabajo efectivo, computando como tal:
Las actividades y cursos formativos.
Los periodos de descanso se consideran trabajo efectivo únicamente cuando quede establecido en el convenio colectivo.
Así, respecto a los descansos diarios, durante la jornada, la legislación establece un periodo de descanso no inferior a 15 minutos en el caso de jornadas de más de seis horas. Este período, por ejemplo, se considerará tiempo de trabajo efectivo si así lo recoge el convenio colectivo.
En cuanto a los desplazamientos, concretamente desde el domicilio hasta el lugar de trabajo, no suele considerarse tiempo de trabajo efectivo, salvo excepciones.
El tiempo de trabajo efectivo es un concepto clave en la gestión laboral, ya que define las horas durante las cuales los empleados y empleadas están productivamente comprometidos con sus tareas laborales. Una correcta gestión y registro del tiempo de trabajo efectivo asegura, además, el cumplimiento legal, una compensación justa y la optimización de la productividad laboral.
También redunda en el bienestar de la plantilla, pues una correcta gestión del tiempo de trabajo efectivo asegura que no se excedan las jornadas laborales y que se respeten los períodos de descanso a los que todo trabajador o trabajadora tiene derecho por ley.
