Trabajo nocturno

Gestión del talento

El trabajo nocturno es aquel sujeto a una actividad laboral que tiene lugar durante la noche. Este tipo de trabajo es común en el sector industrial y en aquellos servicios que tiene que ver con la sanidad y la seguridad, pues deben mantener un servicio constante y operativo durante la noche.

El trabajo nocturno se asocia normalmente a importantes desafíos en la salud y bienestar de las plantillas, también en su capacidad para conciliar.

De hecho, los trabajadores y trabajadoras que desempeñan su labor por la noche suelen recibir un plus salarial por nocturnidad.

Lo normal es que el trabajo nocturno no sea constante, sino que esté sujeto a cambios propios de turnos rotativos.

Claves del trabajo nocturno

Se considera trabajo nocturno aquel que se lleva a cabo durante un período definido que va, generalmente, de las 10 de la noche a las 6 de la mañana. Sin embargo, los horarios pueden variar según las políticas internas de las empresas o sus necesidades cambiantes.

En España, el trabajo nocturno está regulado por el Estatuto de los Trabajadores, que establecen las condiciones específicas para este tipo de trabajo. De hecho, considera como tal aquel que incluya al menos tres horas de su jornada diaria en el período nocturno.

La legislación establece limitaciones específicas en cuanto a la duración y frecuencia para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores nocturnos. Por ejemplo, la jornada no puede exceder las 8 horas diarias de promedio en un período de referencia de 15 días. Además, no pueden realizar horas extraordinarias, salvo en casos excepcionales y debidamente justificados.

Por otra parte, las empresas deben garantizar condiciones de trabajo que protejan la salud y seguridad de las y los trabajadores nocturnos. Esto incluye evaluaciones de salud específicas antes de asignar el trabajo nocturno y de forma periódica a lo largo de su realización, así como intentar evitar trabajos monótonos o repetitivos que puedan desencadenar accidentes laborales.

Los trabajadores y trabajadoras nocturnos tienen derecho a una retribución específica establecida en el convenio colectivo como compensación adicional, pues se trata de una modalidad que resulta perjudicial para la salud a largo plazo.

El trabajo nocturno, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, así como el trabajo a turnos, “fuerza a la persona a invertir su ciclo normal de actividad descanso, obligándole a ajustar sus funciones al periodo de actividad nocturna (…), el cuerpo está sometido a una tensión continua en su intento de adaptarse al cambio de ritmo”.

Ese deterioro de la salud física puede manifestarse, en primer lugar, a través de la alteración de los hábitos alimentarios, y más a largo plazo, en alteraciones más graves, que pueden ser gastrointestinales, neuropsíquicas y cardiovasculares.

De hecho, la falta de sueño incide en una acumulación de la fatiga, provocando, a largo plazo, la aparición de un estado de fatiga crónica, que puede considerarse un estado patológico y que produce alteraciones de tipo nervioso, enfermedades digestivas y del aparato circulatorio.

Las alteraciones en la vida social también son pronunciadas, así como la merma en el nivel de productividad, tal y como señala una de las guías de buenas prácticas sobre trabajo a turnos y nocturno y sus aspectos organizativos publicadas por el INSST.

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