Cómo calcular el margen de beneficio: Guía completa
Saber cómo calcular el margen de beneficios es tan importante como saber digitalizar una empresa, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la actividad. De hecho, del buen cálculo del margen de beneficio depende el futuro de cualquier organización.
El margen de beneficio y su importancia en los negocios
Toda empresa ha de tomar sus decisiones estratégicas en base a un objetivo: que el resultado de su margen de beneficios sea positivo y cuanto más amplio, mejor. De este depende la política de precios, la capacidad de implementar ofertas, el llevar más allá la estrategia de expansión y contratación, etcétera.
Se trata así de un concepto decisivo para el buen desarrollo de la actividad empresarial. También lo es saber cómo calcular el margen de beneficio sin equivocarnos.
¿Qué es el margen de beneficio y cómo se calcula?
Antes de averiguar cómo calcular el margen de beneficios, debes saber en qué consiste exactamente.
Se entiende por margen de beneficios aquella cantidad económica obtenida por la prestación de servicios o venta de productos de una empresa a la cual hemos restado los gastos propios de la actividad.
Es decir, del total de ingresos percibidos o cantidad facturada hay que descontar conceptos como los costes: los costes de adquisición de materia prima o productos a terceros y los costes de producción (incluye el gasto energético, el alquiler del espacio de trabajo, las nóminas de la plantilla…).
Calcular el margen de beneficio es el primer paso para fijar una política de precios adecuada o, mejor dicho, para calcular el markup que determinará los precios.
¿Cómo se diferencia el margen de beneficio del markup?
Hay quien piensa que al averiguar cómo calcular el margen de beneficio está obteniendo también el markup. Se trata, sin embargo, de un error muy común, pues ambos términos se refieren a cosas distintas.
El margen de beneficio se obtiene de la diferencia entre el precio de venta o contratación y el coste. Pero el markup se refiere a ese porcentaje que deberíamos sumar al coste con el fin de obtener un margen de beneficio adecuado, que permita la rentabilidad de la empresa.
Así, el cálculo de markup es necesario para establecer una política de precios de venta adecuada. Es decir, que cubra los gastos y permita un volumen de ganancias propicio sin dejar, por ello, de ser competitivos en el mercado.
De hecho, el markup ha de tener en cuenta los costes fijos, los variables (aquellos que dependen del volumen de actividad o producción) y el margen de beneficio. Este último, como hemos señalado, ha de garantizar la cobertura de los gastos y el capital invertido en la empresa.
Fórmulas para calcular el margen de beneficio bruto y neto
Existe un concepto de gran importancia para garantizar la supervivencia de una empresa, el que hace referencia a cómo calcular el margen del denominado beneficio bruto.
Porque este no solo ha de ser positivo, sino que debe ser lo suficientemente holgado como para hacer frente a un aumento de la demanda repentino sin tener que incrementar por ello los precios. En otras palabras: lo más amplio posible para evitar aquello de morir de éxito.
De esta manera, el beneficio bruto está íntimamente ligado a los gastos de producción o de estructura de una empresa. Cuando el primero cubre los segundos se dice que la empresa ha alcanzado el umbral de rentabilidad.
Fórmula para el cálculo del margen de beneficio bruto de un producto:
Margen bruto unitario = Ingreso por precio de venta al público de un producto – Coste unitario de obtención de ese producto
Pero ¿cuál es la diferencia principal respecto al beneficio neto? Que el bruto resta a las ganancias por ventas o contratación los costes de producción o de adquisición de productos, mientras que el neto incluye la deducción de todo tipo de gastos, incluidos los gastos de gestión, los intereses, las obligaciones fiscales…
En definitiva, este último mide la rentabilidad de la empresa en función de los beneficios reales, mientras que el primero nos habla de su capacidad para garantizar la supervivencia.
¿Cómo utilizar el margen de beneficio en la toma de decisiones empresariales?
Si ya sabes cómo calcular el margen de beneficio de tu empresa, deberías ponerte con ello. Porque en función del resultado, tendrás que tomar ciertas decisiones.
Por ejemplo, se considera que un buen margen de beneficio neto es aquel que ronda el 10 %. Así que, si el de tu organización se encuentra por debajo, tendrías que buscar soluciones para elevarlo.
Consejos para mejorar el margen de beneficio de tu negocio
Existen diferentes fórmulas para aumentar el margen de beneficios de un negocio, igual que existen para saber cómo calcularlo. Todas ellas responden a tres vías:
- La mejora del servicio, que dará sus frutos a largo plazo: bien a través de un aumento de las ventas, bien con el posterior encarecimiento del producto.
- La reducción de costes operativos: laborales, relacionado con la compra y alquiler de espacios…
- La puesta en marcha de acciones de marketing encaminadas a fidelizar a la clientela, ya sea a través de una mejor experiencia de compra o de incentivos que incrementen el margen de beneficios.
Calcular el margen de beneficios de tus productos es el primer paso para garantizar la salud financiera de tu empresa y una política de precios correcta. De hecho, alcanzado cierto volumen de facturación, es recomendable contar con profesionales formados para ello. En otras palabras: que puedan contribuir al análisis constante de las finanzas de la organización y garantizar así la rentabilidad de la misma.