Cuadrantes de trabajo
El cuadrante de trabajo es una herramienta imprescindible para cualquier departamento de personal o jefe o jefa de equipo en una empresa. Especialmente en aquellas donde la plantilla es extensa, donde existen turnos rotatorios o donde no hay uniformidad en cuanto al tipo de jornada o de trabajo.
Los cuadrantes de trabajo no son otra cosa que una plantilla donde se representa, de forma visual, el turno de cada trabajador o trabajadora cada día durante todo un año o, al menos, un mes. En esta se consigna la hora de entrada y de salida, así como los días de trabajo y de descanso.
De esta forma, un cuadrante de trabajo permite organizar, priorizar y gestionar la actividad diaria de la empresa en función de los efectivos disponibles.
También mejora la planificación a largo plazo, tanto de las jornadas de descanso que pueden concederse a los empleados o empleadas como de los efectivos necesarios para cubrir situaciones sobrevenidas, como picos de producción o ausencias laborales.
Se trata de una herramienta necesaria para incrementar la eficiencia, productividad y objetivos estratégicos en relación al talento humano disponible. También para garantizar la conciliación y flexibilidad laboral de las plantillas.
Claves de los cuadrantes de trabajo
Los cuadrantes de trabajo suelen ser confeccionados por los responsables de personal junto con los responsables de equipos o áreas de trabajo. Para ello, se tienen en cuenta parámetros como:
Las actividades críticas o prioritarias que deben realizarse diariamente (y en qué momento del día) para garantizar la producción o servicio, resolver problemas técnicos o no disminuir el nivel de calidad del producto. Estas se priorizan en función de su importancia y de su urgencia. Para ello, es necesario identificarlas y programarlas con antelación, evitando así interrupciones inesperadas de la actividad.
Las necesidades de los y las profesionales: desde aquellas básicas, como los momentos de descanso determinados por la legislación vigente, como las personales: días de asuntos propios, ingresos hospitalarios de familiares, etcétera.
Los cuadrantes de trabajo facilitan así la distribución de las tareas de manera efectiva, priorizando las actividades diarias urgentes, equilibrando el reparto de responsabilidades y facilitando a la plantilla dar cobertura a sus necesidades personales.
De hecho, el cuadrante de trabajo brinda la oportunidad de identificar necesidades de mejora relacionadas con la organización de la carga de trabajo. Y sirve, incluso, para programar de manera efectiva reuniones, sesiones de comunicación o jornadas formativas.
No es obligatorio que las empresas cuenten con un cuadrante de trabajo. Por sí es muy recomendable, dada su efectividad tanto para la planificación de la empresa como para la de los equipos de trabajo.
Lo que sí es obligatorio, por parte de la empresa, es proporcionar a la plantilla dicho cuadrante de trabajo en caso de haberlo.