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Cómo desarrollar y fortalecer la autoconfianza en diferentes ámbitos de la vida
La autoconfianza es vital. Y no solo para afrontar con determinación nuestro día a día en la esfera privada. También de cara al buen desarrollo de una carrera profesional satisfactoria. La pérdida de autoconfianza deriva, a menudo, en trastornos como el síndrome de impostor, enormemente perjudiciales y un verdadero lastre en el bienestar de los y las profesionales.
Tabla de contenidos
- Definición de autoconfianza
- Diferencias entre autoconfianza y autoestima
- Factores que influyen en la autoconfianza
- Cómo mejorar la autoconfianza
- Autoconfianza en diferentes contextos
- Autoconfianza en el ámbito laboral: cómo impacta en el rendimiento y las relaciones profesionales
- Autoconfianza en los estudios: su influencia en el aprendizaje y el rendimiento académico
- Autoconfianza en las relaciones interpersonales: mejora de la comunicación y la empatía
- Obstáculos comunes para desarrollar autoconfianza
Definición de autoconfianza
Si acudimos al Diccionario de la lengua española y buscamos “autoconfianza”, encontraremos la siguiente definición: Confianza en sí mismo, es decir, en nuestras capacidades frente a los retos o desafíos. La autoconfianza definición, por tanto, no entraña mayor problema. Es sencilla. Pero ¿por qué cuesta tanto adoptar, cultivar, desarrollar esa postura ante la vida?
Veamos algunos factores que influyen en la autoconfianza, la diferencia entre esta y la autoestima, y el motivo porque la autoconfianza está íntimamente ligada al rendimiento de las personas.
Diferencias entre autoconfianza y autoestima
Autoconfianza y autoestima no son lo mismo. Sin embargo, se trata de dos conceptos interrelacionados e incluso, podríamos decir, de dependientes el uno del otro.
La diferencia entre ambos términos surge, en buena medida, del origen de los mismos. Así, mientras que la autoestima se forja, a la par que el desarrollo, en el entorno familiar o social más cercano (muy ligada a la educación, apoyo y apego recibido), la autoconfianza se traslada al ámbito académico y, más tarde, profesional.
Es decir, las personas suelen gozar de una buena autoestima si han crecido en un hogar o entorno donde se han sentido queridas, tomadas en cuenta y respetadas. Gozan, por ello, de una buena opinión sobre sí mismas. Y presentan autoconfianza si se les ha dado la oportunidad de equivocarse sin reproche, de enfrentarse a desafíos de manera autónoma y si se han celebrado sus logros personales.
Por cierto, que la autoconfianza y autoestima se pueden construir, poco a poco, y constituyen dos pilares básicos de nuestra salud mental y emocional.
Factores que influyen en la autoconfianza
Los factores que influyen en la autoconfianza son muchos. Y están muy ligados al entorno en el que habitamos y nos desarrollamos:
Experiencias pasadas y su efecto en la percepción personal
Por ejemplo, si la persona ha sido criticada por tomar una medida que creía adecuada en su empresa.
Influencia del entorno social y familiar
Que este sea facilitador, empático, amable, que muestre confianza en los demás…
Papel de las creencias personales y autoimagen
Ligado a esa autoestima de la que hablábamos antes y que las personas forjamos desde la más tierna infancia.
Cómo mejorar la autoconfianza
La autoconfianza está relacionada con el rendimiento de las personas. Académico, deportivo, profesional…, la autoconfianza es el punto de partida para alcanzar el éxito. De ahí que sea conveniente trabajar su mejora. Afortunadamente, existen herramientas para lograrlo:
Estrategias prácticas para aumentar la autoconfianza
Existen múltiples teorías al respecto, métodos, soluciones… Los expertos y expertas han investigado y escrito largo y tendido sobre el tema. De hecho, existen un puñado de títulos literarios al respecto. Y estas son cuatro de las claves que nombran la mayoría:
Establecimiento de metas realistas y alcanzables
Permite a las personas saborear la satisfacción de experimentar progresos continuos. Ver resultados y logros concretos. Esto mejora la autoconfianza y la sensación de control. En el contexto profesional, es adecuado implementar objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) para cualquier proyecto o proceso.
Práctica de afirmaciones positivas y visualización
La retroalimentación constructiva ayuda a poner de manifiesto esos logros y habilidades obtenidos, reforzando la confianza en nuestras capacidades. Pero también brinda la oportunidad de detectar áreas de mejora en clave positiva y visualizar nuevos objetivos.
Desarrollo de habilidades y competencias personales
La capacitación y el desarrollo continuo es una forma de empoderamiento. La autoconfianza se construye. ¿Cómo? Mediante la adquisición de habilidades que nos permitan enfrentarnos mejor a los desafíos, ganando en confianza al detectar un aumento de nuestras posibilidades de éxito.
Importancia del autocuidado y el bienestar físico
También resulta esencial mantener el equilibrio físico, mental y emocional. Sentirnos mal con nuestro cuerpo, arrastrar una salud deteriorada o relaciones sociales tóxicas no ayuda. La autoconfianza va ligada a una sensación de bienestar.
Autoconfianza en diferentes contextos
Ya hemos señalado que la autoconfianza es vital en cualquier ámbito de nuestra vida. De hecho, esta debe desarrollarse de manera conjunta, desde una visión holística, en tres escenarios básicos:
Autoconfianza en el ámbito laboral: cómo impacta en el rendimiento y las relaciones profesionales
La autoconfianza en el ámbito laboral impacta directamente en el rendimiento y en la consecución de objetivos corporativos. Los empleados y empleadas con alta autoconfianza tienden a asumir retos, tomar decisiones efectivas y resolver problemas con mayor facilidad. Además, fortalecen las relaciones profesionales, pues estas personas suelen comunicarse con mayor seguridad y asertividad, contribuyendo positivamente al clima organizacional.
Hoy en día, la autoconfianza es una habilidad blanda imprescindible para asumir cualquier rol de liderazgo dentro de la empresa.
Autoconfianza en los estudios: su influencia en el aprendizaje y el rendimiento académico
La autoconfianza en el ámbito educativo facilita el aprendizaje porque motiva a los y las estudiantes a enfrentarse a nuevos desafíos y participar activamente, ya que se sienten capaces de ello o, al menos, seguros de que, si se equivocan, no serán reprendidos. Suele tratarse de estudiantes más resilientes y proactivos, y esto potencia su desarrollo y rendimiento académico.
Autoconfianza en las relaciones interpersonales: mejora de la comunicación y la empatía
La autoconfianza en las relaciones interpersonales mejora la comunicación porque permite expresar ideas y sentimientos con claridad y sin temor al juicio de los demás o a los reproches. Al sentirse seguras de sí mismas, las personas son más abiertas y auténticas, se expresan con mayor convicción, y por tanto, se hacen entender de manera más factible, fortaleciendo la conexión y el respeto mutuo. También logran proyectar una imagen de seguridad y respeto que les convierte en líderes innatas.
Obstáculos comunes para desarrollar autoconfianza
No debemos pasar por alto que, efectivamente, existen obstáculos a al hora de desarrollar la autoconfianza. Algunos de esos elementos son:
- Los pensamientos negativos y autocríticos, que han de identificarse para poder ser relativizados con objetividad.
- El miedo al fracaso y al rechazo, que ha de superarse.
- El estrés y la ansiedad, relacionados con la baja autoconfianza y cuyo manejo es esencial en el camino hacia la seguridad en uno o una misma.
La autoconfianza impulsa el rendimiento y, en nuestra vida personal, resolver problemas y tomar decisiones sin dudar. Además, favorece relaciones profesionales saludables y mejoran nuestro bienestar.
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