Canal ético: qué es, cómo funciona y por qué es importante
El canal ético es una herramienta más puesta a disposición de las plantillas para garantizar la transparencia. Se trata de un pilar básico en aquellas organizaciones cuya cultura empresarial se asienta sobre valores como son la justicia, la igualdad o la equidad.
De hecho, el canal ético es realmente eficiente cuando se trata de evitar que la discriminacion laboral acabe con la cultura de empresa. En otras palabras: que dé al traste con el ambiente o los valores de la corporación.
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¿Qué es un canal ético?
Se entiende por canal ético aquel habilitado desde la dirección empresarial para que cualquier miembro de la plantilla pueda comunicar un incidente. Este puede ser desde un caso de abuso de poder a una desigualdad salarial o trato vejatorio por parte de un compañero o compañera. También para informar de una mala práctica en relación a los compromisos laborales adquiridos. En definitiva, cualquier atentado contra las normas que regulan la convivencia, responsabilidades o valores dentro de la empresa.
Normalmente, las organizaciones que habilitan un canal ético diseñan, de manera paralela, un documento donde se recoge el código ético que rige en la empresa. De esta forma, la plantilla tiene a qué atenerse a la hora de comunicar un hecho concreto.
- Diferencias entre canal ético y canal de denuncias
El canal ético de denuncias dista del canal ético en varias particularidades porque, efectivamente, no son lo mismo, aunque ambos conceptos se diluyan. Veamos las similitudes y diferencias entre ambos:
- El canal ético de denuncias no solo permite a empleados o empleadas comunicar un hecho denunciable. Este permanece abierto ya accesible a cualquier persona relacionada con la actividad empresarial: antiguos profesionales, proveedores, personas becadas o colaboradoras, accionistas, clientes, etcétera.
- El canal ético de denuncias está regulado por la directiva europea Whistleblowing y la denominada Ley del informante. Desde febrero de este año, afecta a toda empresa de más de 50 empleados y empleadas. También a organismos públicos, a todas aquellas entidades que gestionan fondos públicos y Ayuntamientos de más de 10.000 habitantes.
- Relacionado con el punto anterior, existen los denominados canales éticos de empresa y los canales éticos de instituciones públicas. Estos son dos ejemplos de canales éticos muy comunes en nuestro país, atendiendo a su naturaleza.
- Aquellas empresas volcadas en sus programas de compliance han habilitado canales éticos de denuncia, pues la mayoría son intrínsecos a la propia estrategia de cumplimiento normativo, especialmente cuando se trata de atajar actuaciones delictivas o problemas de índole penal.
- A diferencia de lo que ocurre en un canal ético, en uno canal ético de denuncias no caben aquellas relativas a conflictos interpersonales.
¿Cómo funciona un canal ético?
El canal ético de una empresa ha de ser accesible para cualquier persona con posibilidad de hacer uso del mismo. Hoy en día, lo normal es que se incorpore a la página web de la empresa, al portal de los y las trabajadoras o a la intranet de la misma a través de una pestaña diferenciada.
En el caso de canales éticos de denuncia en empresas, estos deberán contar con una persona responsable de su gestión autónoma e independiente.
- Procedimiento para utilizar un canal ético
Aquellas personas que emitan una denuncia a través del canal ético deberían recibir la notificación de recepción en el plazo de siete días y la conclusión a modo de resolución del hecho denunciado en el plazo de tres meses.
- Protección de los denunciantes
El canal ético, al igual que el canal ético de denuncias, debe proteger a las personas informantes, garantizando su anonimato. De esta forma se trata de evitar situaciones de acoso, despidos improcedentes, etcétera.
¿Por qué es importante un canal ético?
Unc canal ético es importante porque ofrece beneficios a tres niveles:
- Beneficios para las empresas: Las que no estén obligadas a incorporarlo estarán haciendo gala de transparencia. Contribuyen así de manera decisiva a la mejora de su marca como empleadoras y a fomentar una cultura empresarial justa. Las que estén obligadas a hacerlo, evitarán sanciones cuantiosas.
- Beneficios para los empleados: Se sentirán respaldados por su organización, al contar con una herramienta accesible y que preserva su identidad contra casos denunciables. Contarán con un canal al que recurrir para acabar con prácticas ilegales o que atentan contra sus derechos.
- Beneficios para la sociedad: Gracias a este tipo de medidas, la sociedad construye un mercado laboral más justo, donde las prácticas delictivas o moralmente reprobables pueden ser denunciadas y atajadas.