Qué es el fondo de maniobra y cómo funciona
El fondo de maniobra responde a la capacidad de liquidez de una empresa o persona autónoma. Es decir, a la posibilidad de hacer frente a todos los pagos a corto plazo. Así que, el fondo de maniobra es un concepto íntimamente ligado a la salud de una empresa. Mientras más equilibrado sea dicho fondo, mejor preparada estará una entidad para afrontar los costes que conlleva su actividad diaria.
Conocer este concepto es indispensable para quienes deciden emprender. Como lo son otros términos comunes en el día a día de una empresa y esenciales para su continuidad, por ejemplo: el margen de beneficio, el modelo 111, los códigos IAE o CNAE o las inspecciones de trabajo.
¿Por qué es importante el fondo de maniobra?
El fondo de maniobra es importante porque permite a toda empresa, sea multinacional, pyme o persona emprendedora, acometer los gastos asociados a su actividad empresarial.
Estos tienen que ver con las obligaciones fiscales, el pago de salarios o a proveedores, deudas contraídas, inmuebles, gastos energéticos y ese largo etcétera al que se enfrenta cualquier empresa hoy en día. De hecho, el carecer de fondo de maniobra suficiente para responder a estos pagos puede poner en jaque el futuro de un negocio. En otras palabras, dicha falta de liquidez puede llevar a una empresa a la quiebra.
Fondo de maniobra vs. capital circulante: ¿cuál es la diferencia?
Al fondo de maniobra también se le conoce como working capital, fondo de rotación o capital circulante. Todas estas expresiones se refieren al mismo concepto como magnitudes del balance de una empresa.
Cómo calcular el fondo de maniobra
Calcular el fondo de maniobra es vital y muy sencillo. Tan solo hay que calcular la diferencia entre el activo corriente y el pasivo a doce meses vista.
Es decir, al líquido o activo circulante de la empresa: lo que se ingresa por la venta de los productos, el stock o existencias, el dinero que permanece en las cuentas bancarias, ciertas inversiones…, le restamos todas las deudas y obligaciones tributarias: salarios, alquileres de locales, adquisición de materia prima… Y el resultado es el fondo de maniobra, es decir, el dinero disponible para hacer frente a cualquier eventualidad o capacidad de reinversión.
Interpretación de los resultados
Contar un fondo de maniobra positivo es fundamental. No solo para poder hacer frente a los gastos diarios de la empresa, sino para evitar la tensión del negocio ante situaciones sobrevenidas. La dimensión óptima del fondo de maniobra, sin embargo, no responde a un valor numérico concreto. Esta dependerá de la dimensión de la empresa o sus plazos de pago y cobro, entre otros factores.
Lo importante, como decimos, es que el resultado del fondo de maniobra sea positivo y no negativo o igual a cero. En el segundo caso, la empresa no podrá hacer frente a sus compromisos de pago, en el tercero, se verá en serios aprietos, por ejemplo, aumentan sus costes de alquiler o se retrasa algún cobro.
Consejos para gestionar el fondo de maniobra
Existen ciertas maniobras eficaces a la hora de optimizar el fondo de maniobra. Algunas son más obvias que otras, por ejemplo, aumentar las ventas, acortar los plazos de cobro o mantener los niveles de stock en equilibrio, es decir, sin sobredimensionar el inventario.
Otras fórmulas, si contamos con un fondo de maniobra positivo, son la inversión en activo fijo o en alternativas de rentabilidad rápida. Si este es negativo, la primera pauta suele ser negociar el aplazamiento de los pagos a proveedores, para contar con mayor margen de acción. Aquí también puedes encontrar algunas referencias que te pueden ayudar a comprender mejor el concepto.
Las opciones difieren en virtud del resultado de tu fondo de maniobra, así que, si has decidido emprender y no sabes cómo calcularlo y mucho menos como expandirlo, confía en profesionales que sí puedan hacerlo.
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