Formación empresarial: claves para implementar y optimizar programas de capacitación

Cobee Team · 

formación en las empresas

En una época marcada por la transformación digital y la irrupción constante de nuevas tecnologías, la formación empresarial se torna imprescindible. También que esta sea asequible para toda empresa, y accesible para cualquier profesional. Estas son algunas de sus claves.

Definición y objetivos de la formación empresarial

La formación empresarial se refiere a toda acción o plan específico de la empresa dirigido a mejorar las capacidades, habilidades y conocimientos de sus empleados y empleadas.

Pero ¿cuáles son los objetivos de la formación empresarial? Sin duda, diversos y determinantes para el futuro de la empresa:

Importancia de la formación para el crecimiento y desarrollo de las empresas

La formación empresarial apuntala la capacidad de una empresa de asumir los retos más acuciantes para su sostenibilidad, por ejemplo, el de la transformación digital.

Así, resultan claves las estrategias de formación y capacitación continua de la plantilla, con el fin de garantizar su preparación y, con esta, el desarrollo y competitividad de la empresa en el futuro.

Beneficios para empleados y empleadores

La formación empresarial es, además, un gran activo en la propuesta de valor de las empresas. Y es que, la formación es uno de los beneficios corporativos mejor valorados por las plantillas. Tal y como han demostrado, año tras año, los informes sobre tendencias de beneficios elaborados por Cobee, un plan formativo personalizado resulta clave en la employee experience, especialmente para las generaciones más jóvenes.

No solo eso, el bienestar de la plantilla está íntimamente ligado a la capacidad de mejorar las habilidades y competencias. Esta permite el crecimiento profesional, las posibilidades de promoción, la capacidad de innovar y un largo etcétera que mejora ampliamente el nivel de satisfacción de los empleados y empleadas.

Tipos de formación empresarial

Los tipos de formación empresarial son muchos. Y existen precisamente con la idea de adaptarse a las necesidades de la empresa y de la plantilla. Es decir, para resultar efectivos y exitosos. Entre los diferentes tipo de formación empresarial encontramos:

  • Formación interna vs. externa: que emana de la propia organización o de un organismo externo.
  • Formación presencial, online y mixta: es decir, en las instalaciones corporativas, en remoto o de manera híbrida.
  • Programas de formación continua y especializada: planes de largo recorrido o acciones puntuales y centradas en la adquisición de destrezas o conocimientos muy específicos.

Cómo implementar un programa de formación empresarial

Cada empresa puede adoptar la estrategia que más le convenga. Sin embargo, existen puntos comunes a toda implantación de un programa de formación empresarial:

  • 1. Identificación de necesidades formativas dentro de la empresa.
  • 2. Diseño y planificación del programa de formación.
  • 3. Selección de proveedores o plataformas de formación.

Para determinar estos tres puntos, la empresa ha de tener en cuenta sus capacidades, presupuesto y las posibilidades de la plantilla para acceder a la formación. También la idoneidad de esta, de tal forma que resulte atractiva y coseche un buen índice de adhesión a la propuesta.

Herramientas y recursos para la formación empresarial

El función del tipo de formación empresarial adoptado y de las habilidades de la plantilla, desde el departamento de RRHH pueden habilitarse diferentes herramientas y recursos:

Plataformas de e-learning y software de gestión del aprendizaje

Especialmente atractivas para quienes trabajan a distancia. También para plantillas que necesitan gestionar de manera autónoma las horas de dedicación a las acciones formativas.

Recursos didácticos: manuales, videos, webinars, etc.

Muy útiles cuando se trata de formación extensa o compleja. Y especialmente interesantes para equipos de trabajo muy diversos y deslocalizados.

Rol de los formadores internos y externos

No solo deben ser capaces de formar, sino de contribuir a que los y las profesionales alcancen sus objetivos dentro de la empresa, y que remen en favor de las metas corporativas.

Gestión y seguimiento de la formación en la empresa

Todo plan de acción necesita de una fase de evaluación y de indicadores que proporcionen datos fiables. En este caso, sobre la buena marcha del plan de formación empresarial:

Evaluación del impacto de la formación en el desempeño laboral

Esta permite conocer el impacto de la formación realizada a muchos niveles. Por ejemplo, en la consecución de los objetivos de la persona: productividad, calidad, creatividad, etc. Y en la mejora de la competitividad por parte de las empresas de la mano de una mayor cualificación de los trabajadores y trabajadoras.

Métodos para medir el retorno de inversión (ROI) en formación

Una fórmula habitual para medir el ROI de la inversión en formación suele ser aquella que permite el cálculo del beneficio neto en función del coste total del programa formativo. Por ejemplo: Beneficio neto obtenido por la empresa / coste del programa o acción formativa x 100. Siempre y cuando el resultado sea mayor al 100 %, habrá resultado rentable.

Estrategias para mantener el compromiso y motivación en los empleados

La formación empresarial es una de las estrategias principales para mantener el compromiso y motivación de los equipos de trabajo. No solo porque les permite incrementar su productividad y llegar en mejores condiciones a sus objetivos corporativos, sino porque les permite crecer como profesionales, sentirse a la vanguardia y, con ello, más seguros y seguras de sus posibilidades de éxito.

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