Todo sobre la semana laboral de 4 días: cuáles son las ventajas, ayudas y cómo implantarla
Hace unos días, leíamos en elpais.es una información sobre el éxito de implantación que está experimentado la jornada laboral de cuatro días en Reino Unido. Eso nos hizo preguntarnos cómo estaba la situación en España. Qué empresas se habían decidido a adoptar la misma medida y cuáles eran los resultados. Estas son algunas de las conclusiones que hemos extraído.
Empresas en España con jornada de cuatro días
En nuestro país, algunas empresas ya se han lanzado a la jornada de cuatro días.
Telefónica, por ejemplo, lo hizo hace dos años, pero sin resultados exitosos. Algo similar le ocurrió a la empresa de moda Desigual. El problema: estas compañías propusieron la reducción de la jornada, pero también del sueldo, algo que en Reino Unido, a priori, no se contempla, pues se trata de hacer lo mismo pero en menos horas. Es decir, de ganar en productividad y motivación.
Otras pioneras han sido Software Delsol, con resultados muy beneficiosos, o Zataca, que mantiene el número de horas pero repartidas en un día menos. Existen más ejemplos, pero aún pueden contarse con los dedos de la mano. Sin embargo, 2023 hace presagiar un número mayor de organizaciones dispuestas a intentarlo.
Las plantillas lo agradecen, las empresas, también
Los distintos informes sobre ensayos realizados al respecto hablan de la satisfacción generalizada de los trabajadores y trabajadoras.
También cabe apuntar que este tipo de medidas es posible en empresas muy bien organizadas, donde se trabaja por objetivos, donde el nivel de especialización es alto y el de rotación de personal, bajo. La estabilidad es clave para poder adoptar medidas de flexibilidad tan ambiciosas como esta.
Pero no hace falta irse al Reino Unido para extraer esta conclusión. Basta con echar un vistazo a nuestro informe sobre Tendencias en Beneficios 2024 para percatarse de que, la semana laboral de cuatro días, es una de las medidas más aplaudidas a favor de la conciliación y el descanso.
Y no solo opinan esto empleados y empleadas de ciertas franjas de edad, sino el conjunto de las plantillas.. De hecho, esta solución se ha convertido en la piedra angular, junto a la posibilidad de teletrabajar o la jornada flexible, del denominado salario emocional. Para 1 de cada 10 personas en España, tener una semana laboral de 4 días es lo más importante a la hora de valorar un puesto de trabajo
Pero no solo las plantillas ven con buenos ojos esta medida. También las empresas, que no pierden por ello competitividad, sino todo lo contrario. Ya se sabe, a profesionales más felices, mayores beneficios corporativos.
Así, las organizaciones que han adoptado estas medidas han visto cómo se reducía el tiempo de trabajo pero no el compromiso de empleados y empleadas con sus objetivos. Es decir, han aumentado sus niveles de eficiencia y productividad.
De hecho, tal está siendo el éxito del proyecto británico que el Gobierno de España ha lanzado una convocatoria de ayudas para aquellas empresas (pymes del sector industrial) que decidan implantar la jornada laboral de cuatro días.
Cómo organizar una jornada laboral de 4 días
No es fácil organizar una jornada laboral de cuatro días. De hecho, requiere por parte del departamento de RRHH y la Dirección empresarial una fuerte implicación, también por parte de las plantillas. Sin embargo, una vez conseguido, los resultados bien merecen la pena.
La jornada laboral de 4 días en nuestro país está articulada en torno a una horquilla que va de las 32 a las 40 horas semanales. En el caso de aquellas empresas que necesiten cubrir sus servicios cinco días a la semana, se establecen turnos de rotación los viernes, compensado así además las horas al cabo de un mes.
Otras empresas optan por articular sistemas de trabajo mixtos, es decir, el 50 % de la jornada puede hacerse en casa, el otro 50 %, en la oficina, y cubrir el exceso de horas por no trabajar los viernes desde casa, para mayor comodidad.
Sin duda, aplicar dicha jornada laboral solo es posible con mucha organización, altas dosis de comunicación interna y las herramientas tecnologías digitales capaces de favorecer todo ello. El reto es ambicioso pero, como hemos visto, es posible.
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