Capital humano
Para una empresa, el capital humano representa su fuerza y capacidad productiva, mayor cuanto mejor es la calidad de la formación, capacitación, experiencia y habilidades de las personas que integran los equipos de trabajo.
Desde una óptica social y macroeconómica, el capital humano hace referencia, tal y como señala el World Bank Group, al conocimiento, las habilidades y la salud que las personas acumulan a lo largo de sus vidas, que es, al mismo tiempo, un motor central del crecimiento sostenible y la reducción de la pobreza.
De hecho, desde 2018 existe un indicador, el Human Capital Index o HCI, que proporciona una nueva definición de capital humano y cuantifica la contribución de la salud y la educación a la productividad de los trabajadores y trabajadoras.
Este ha sido diseñado para que los países puedan constatar la cantidad de ingresos a los que están renunciando debido a las brechas en este sentido y que entorpecen el desarrollo de ese capital humano.
Más detalles sobre el Índice de Capital Humano
Un mayor capital humano significa mayores ingresos para las personas, para las empresas, para los países y para el conjunto de la sociedad.
De hecho, el Índice de Capital Humano (HCI) surgió como métrica internacional capaz de comparar los componentes clave del capital humano en todas las economías y permitir así su progreso hacia un escenario en el que las personas (concretamente los niños y niñas) puedan alcanzar su máximo potencial.
Según sus precursores, el HCI destaca cómo los resultados actuales de la salud y la educación dan forma a la productividad de la próxima generación de trabajadores y subraya la importancia de las inversiones gubernamentales y sociales en capital humano.
Así, entre los elementos clave del capital humano se incluyen:
La educación: formación académica y profesional que recibe una persona para mejorar sus conocimientos y habilidades técnicas.
La experiencia: la práctica y el tiempo dedicado a una ocupación con el fin de ganar en competencia y eficacia.
La capacitación: en habilidades específicas y blandas como son la comunicación positiva, de liderazgo, la resolución de problemas…
El bienestar físico, emocional y mental de las personas, fundamental para mantener una alta productividad.
La cultura organizacional y ética empresarial, ese conjunto de valores que influyen en el desempeño laboral.
Las empresas que invierten en su capital humano a menudo ven un aumento no solo en la productividad, sino en la capacidad de innovación, eficiencia y en la calidad de sus productos o servicios. Así pues, el capital humano es un recurso vital para las organizaciones y el progreso de las economías.
Las estrategias para lograr la buena gestión, capacitación e impulso del capital humano dentro de una empresa corren a cargo del departamento de RRHH.
En abril de 2023, los ministros de Trabajo y Empleo del G7 ratificaban una declaración conjunta centrada en la necesidad de invertir en capital humano y trabajo decente.
Esta recogía el compromiso de los gobiernos para abordar cuestiones clave como la necesidad de garantizar un trabajo digno y aumentar el compromiso de los trabajadores y trabajadoras en capítulos como el aprendizaje permanente, la inclusión y la igualdad de género o la conciliación. En definitiva, invertir más en las personas en todo el mundo.