Contrato 300
Un contrato 300 es un contrato laboral fijo discontinuo. Una modalidad de contratación reciente que tiene por objetivo brindar cierta estabilidad a todas esas personas que trabajan para una empresa de forma intermitente pero recurrente y continuada en el tiempo.
También pretende aminorar la elevada tasa de temporalidad que ha arrastrado en los últimos años el mercado laboral español, especialmente en determinados sectores de actividad donde se suceden los trabajos estacionales o que están ligados a actividades de temporada.
Claves del contrato 300
El contrato fijo discontinuo o contrato 300 llegó al mercado de trabajo de la mano de la última reforma laboral para la estabilidad del empleo, en 2022, tratando de reducir la incertidumbre de quienes trabajan de manera intermitente para una misma compañía.
Este tipo de contratos es habitual en el sector de la logística textil, donde la actividad varía enormemente de una época a otra debido a los picos de trabajo, por ejemplo, los que se producen en Navidad o con la llegada de las rebajas de verano.
Para suscribir este contrato, los empleados o empleadas deben mantener una relación de trabajo a largo plazo, siendo efectivas solo determinadas semanas que tienen lugar normalmente en las mismas fechas.
El contrato 300 facilita que esas personas mantengan una relación formal e indefinida con dichas empresas, aunque no siempre trabajen para ellas, ya que saben que, llegado el momento, la organización recurrirá a sus servicios.
Así pues, el contrato 300 es un contrato de carácter indefinido, no temporal. La persona sujeta a él sabe que la llamarán llegado un pico de producción.
Es obligatorio, de hecho, que la organización contacte, en primer lugar, con quienes formen parte de esa bolsa de fijos discontinuos para ampliar la fuerza de trabajo en periodos de mucha actividad, y no con personas ajenas a ella.
A través del contrato 300, solo se cotiza por los días trabajados. Sin embargo, se tienen los mismos derechos que otros trabajadores o trabajadoras de carácter indefinido y en un puesto o condiciones laborales similares. Es más, a ese empleado o empleada se le considera como parte de la plantilla fija de la corporación y, como tal, puede trabajar a jornada completa o parcial y recibir una indemnización en caso de despido.
Esta modalidad de contrato debe realizarse siempre por escrito y recoger con claridad la duración del periodo de actividad. También el tipo de jornada, a tiempo completo o a tiempo parcial, y su distribución horaria.
Las empresas que suscriban este tipo de contrato 300 tienen acceso a determinadas reducciones y bonificaciones derivados de la contratación de trabajadores y trabajadoras indefinidos. Además, tienen la oportunidad de mantener una plantilla estable a la que recurrir solo en casos de elevada carga de trabajo.