Contrato fijo discontinuo
El contrato fijo discontinuo es aquel que permite a las empresas resolver situaciones de trabajo estacional sin incurrir en la precarización de los y las profesionales.
El contrato fijo discontinuo o contrato 300 surgió tras la reforma laboral para la estabilidad del empleo de diciembre de 2021 con el objetivo de hacer frente a la alta tasa de temporalidad y brindar a las empresas una solución que les permitiera gozar de mayor flexibilidad en el proceso de contratación.
Hoy en día, el contrato fijo discontinuo brinda cierta estabilidad y seguridad a largo plazo a quienes trabajan de forma intermitente, pues reduce la sensación de incertidumbre. Para las empresas, supone una oportunidad de engagement laboral.
Claves del contrato fijo discontinuo
Se aplica a los empleados y empleadas que trabajan de manera intermitente, aunque recurrente en el tiempo, para una misma compañía. Es decir, que trabajan solo por temporadas pero todos los años y, más o menos, por las mismas fechas.
Gracias a este contrato, dichas personas pueden mantener una relación formal e indefinida con la empresa, pues la persona sujeta a él sabe que la llamarán llegado el momento, por ejemplo, un pico de producción.
De hecho, es obligatorio por ley que la organización contacte, en primer lugar, con quienes formen parte de esa bolsa de contratos fijos discontinuos, y no con personas ajenas a ella en periodos de mucho trabajo.
El contrato fijo discontinuo suele ser común en el sector de la logística textil, donde las empresas han de cubrir picos de producción ante la llegada de ciertas campañas como la Navidad o las rebajas de verano. Es decir, es habitual en actividades que pasan por un ritmo muy desigual a lo largo del año, con importantes picos de actividad o producción en épocas muy concretas.
Durante los periodos de inactividad, los empleados o empleadas sujetos a contratos fijos discontinuos no cobran ni cotizan a la Seguridad Social. Sin embargo, sí tienen los mismos derechos que los y las profesionales de carácter indefinido, por ejemplo, a una indemnización por despido o un plan de compensación corporativo.
Peculiaridades del contrato fijo discontinuo
Un contrato fijo discontinuo facilita el empleo estacional recurrente para la empresa y un vínculo continuo para los trabajadores y trabajadoras con una determinada organización.
Cuando esta última necesita reforzar su plantilla, llama a las personas sujetas a dicho tipo de contrato y les da de alta en la Seguridad Social. Cuando finaliza el pico de trabajo, se produce la baja a la espera de un nuevo repunte. Durante la fase de inactividad, dichas personas siguen vinculadas a la empresa, de hecho, acumulan antigüedad, pero pueden trabajar para otra organización con otro tipo de contrato o incluso cobrar el paro.
De hecho, si la empresa no volviese a llamar a esas personas ante un repunte de la actividad, estas podrían denunciar a la organización y reclamar una indemnización, estipulada legalmente como despido improcedente.