Entrevistas de trabajo
Las entrevistas de trabajo son una técnica utilizada por los departamentos de RRHH en la gestión de procesos de selección de personal para las empresas. Estas pueden abordarse cuando se trata de cubrir un puesto vacante en la organización, ya sea a través de un proceso de reclutamiento externo o de promoción interna.
Claves de las entrevistas de trabajo
Existen muchos tipos de entrevistas de trabajo. Las hay individuales (entrevistadora y entrevistada) o grupales (varias personas entrevistadoras y una entrevistada, varias personas entrevistadoras y varias entrevistadas, una persona entrevistadora y varias entrevistadas).
También las hay presenciales o por medios telemáticos. Incluso cerradas o abiertas, si se clasifican según la forma. En las primeras, la persona entrevistada responde a un test cerrado con monosílabos o escalas de puntuación, en la segunda, se da una conversación fluida en la que la persona entrevistada deja que la candidata se exprese con total libertad.
Las entrevistas de trabajo también pueden clasificarse en función de los objetivos o de los puestos que desean cubrirse. Las hay por competencias, por habilidades o del tipo role playing, en la que una persona candidata ha de escenificar una situación concreta dentro de la empresa, con el fin de comprobar su desenvoltura ante contextos reales.
El desarrollo de las entrevistas de trabajo es una de las tareas principales del departamento de RRHH. Y una de las más importantes en la gestión de personal, ya que será determinante para la cobertura efectiva de un puesto dentro de la organización. En el caso de candidatos y candidatas, la entrevista de trabajo supone el primer contacto con la organización y, para uno de ellos, el primer paso dentro del proceso de onboarding.
Las entrevistas de trabajo han experimentado una auténtica revolución en los últimos años. Han cambiado en la forma, con la entrada en juego de las entrevista de trabajo por videollamada; en los criterios que se valoran, pues ya no solo se atiende a la formación y la experiencia de las personas que postulan a la oferta de empleo, sino a las habilidades blandas, como la capacidad de trabajar en equipo o de liderazgo, y a otras de carácter personal, como los valores o ética profesional.
De hecho, a las preguntas tradicionales se suman ahora las denominadas preguntas emocionales o preguntas trampa, aquellas que no buscan una respuesta concreta sino la forma que tiene el entrevistado o entrevistada de enfrentarse a ella y desenvolverse para salir airoso. A través de estas preguntas, la persona entrevistadora puede comprobar si la candidata duda, se muestra firme en sus convicciones, responde con humor, etcétera.
Las nuevas tecnologías también han cambiado la forma de los procesos.
Aplicaciones integradas en sistemas de IA y Big Data son capaces de agilizar los procesos previos a las entrevistas de trabajo, mediante la automatización de la fase de criba en reclutamientos masivo, limitando el número de entrevistas de trabajo a solo aquellos perfiles realmente idóneos para la organización.
Lo ideal es que a la fase de entrevista de trabajo personal lleguen el menor número de personas posibles, las más idóneas para el puesto.