Fórmula del rendimiento laboral
La fórmula para el rendimiento laboral trata de medir la efectividad con la que un empleado o empleada realiza sus tareas diarias y contribuye a los objetivos de la organización. Aunque deberíamos hablar de fórmulas para el rendimiento laboral, pues existen diversas para medirlo en función de distintos parámetros.
Las empresas echan mano de dichas fórmulas para el rendimiento laboral con el fin de reconocer las áreas en las que los empleados y empleadas destacan y son más efectivos.
De la misma forma, tratan de identificar las áreas de bajo rendimiento para ayudar a implementar programas de capacitación y desarrollo específicos. Es por esa razón que las fórmulas para el rendimiento laboral se utilizan normalmente en los programas de evaluación de desempeño.
En estos últimos, las evaluaciones de rendimiento 360 grados o feedback 360 suelen considerarse como una de las mejores fórmulas para medir el rendimiento laboral de los empleados y empleadas.
También son utilizadas a la hora de:
Optimizar procesos tras identificar ineficiencia.
Tomar decisiones estratégicas debidamente informadas.
Diseñar planes de promoción y ascensos para la implementación de estrategias de retención efectivas.
El desarrollo de planes de capacitación y desarrollo profesional basados en evaluaciones de rendimiento en función de la consecución de los objetivos estratégicos de la empresa.
En resumen, la fórmula para calcular el rendimiento laboral es fundamental para mejorar la eficiencia y eficacia de la empresa en su conjunto y de sus principales activos, las personas, de manera individual.
Fórmula Básica de Rendimiento Laboral
Una fórmula básica muy utilizada para calcular el rendimiento laboral es:
Rendimiento Laboral = Resultados Obtenidos / Recursos Utilizados
Donde los primeros pueden incluir KPI como cantidad de trabajo completado, objetivos cumplidos, ratios de calidad, etc., y los segundos, horas invertidas, costes asociados, etc.
Existen otras fórmulas específicas que valoran factores como la productividad en función de las horas trabajadas, los objetivos alcanzados frente a los planificados, la eficiencia en relación a los recursos disponibles, etc.
Lo deseable es que se utilice una fórmula o varias capaces de tomar los distintos factores en cuenta, por ejemplo, no solo la cantidad sino la calidad del trabajo. Especialmente cuando se quieren alcanzar objetivos como el incremento de la experiencia de usuario.
Así pues, la fórmula para calcular el rendimiento laboral será más fiable en tanto en cuanto sume a los valores de eficiencia y eficacia otros como la calidad del trabajo realizado en función de las metas asignadas y de los estándares presupuestos.
Otros factores a considerar en dichas evaluaciones son la puntualidad y el cumplimiento de los tiempos establecidos, la capacidad de colaboración y de trabajar eficazmente con otras y otros compañeros, en equipo, o la predisposición a la innovación, a la mejora continua y a la adaptabilidad frente a los cambios en el entorno laboral y en las tareas.