Selección de personal
La selección de personal es el proceso que lleva a cabo el departamento de RRHH para incorporar a nuevos talentos a la empresa.
Se trata de una fase dentro de la gestión de personal altamente sensible, pues de su eficacia a la hora de elegir al candidato o candidata idóneo dependerá el desarrollo de una carrera profesional beneficiosa para empresa y profesional.
Seleccionar personal es, así, invertir en capital humano para la empresa. Mientras más acertada sea la elección, mayo será el retorno de la inversión.
Claves del proceso de selección de personal
El proceso de selección de personal consta de diversas etapas:
Un análisis previo del puesto de trabajo: descripción de tareas, responsabilidades y características del puesto. También de la formación, capacitación y habilidades (duras y blandas) que requieren los candidatos y candidatas para un buen desempeño en el mismo.
Fase de reclutamiento: se trata de atraer a los perfiles más adecuados a través de una oferta de trabajo efectiva.
Fase de cribado curricular: pueden emplearse sistemas que permitan una automatización del proceso, limitando el número de candidatos y candidatas a solo aquellos que responden exactamente a los requerimientos de la oferta de trabajo.
Procesos de selección: pueden aplicarse técnicas más allá de la entrevista de trabajo, por ejemplo, pruebas o test, técnicas de simulación o dramatización, dinámicas de grupo, etc. Es necesario decantarse por la técnica más adecuada y si se trata de una entrevista personal, por el formato más idóneo.
Fase de onboarding: es la etapa de bienvenida e integración de la nueva persona en la empresa. Y representa la fase de salida del proceso de selección.
La selección de personal ha tomado hoy en día un cariz integral. Además de elegir al perfil adecuado en cuanto a su experiencia o conocimientos formativos, deben aplicarse criterios que permitan vislumbrar otras capacidades y habilidades.
Por ejemplo, las capacidades técnicas adquiridas o las habilidades blandas, así como otros criterios personales que tienen que ver con los valores éticos de la persona.
El objetivo es encontrar un perfil que comparta la visión y valores de la cultura de empresa, que sea capaz de comprometerse con el desarrollo de la actividad a largo plazo y que desee crecer junto a la organización como profesional. En definitiva, capaz de no solo demostrar sus capacidades sino de desarrollarlas al máximo.
Esta es la razón por la que los procesos de selección de personal son cada vez más exhaustivos, especialmente en puestos de alta dirección o alta capacitación, a través de pruebas psicotécnicas o psicológicas o incluso de test utilizados en el análisis clínico.
En definitiva, el proceso de selección permitirá al departamento de RRHH averiguar no solo la capacidad técnica de la persona, sino si existirá una conexión con el ambiente de trabajo y los valores corporativos. De ello dependerá el futuro desarrollo de dicha persona en la empresa a través de hábitos o actitudes. De hecho, uno de los objetivos de los procesos de selección de personal y de algunas de las tecnologías inteligentes que los asisten es pronosticar el comportamiento del candidato o candidata dentro de la empresa, a nivel de desempeño y social.