Cómo organizar una cena de empresa exitosa y evitar errores comunes
Tan temida como deseada. La cena de empresa, y especialmente la cena de empresa de Navidad, es uno de esos actos sociales (o laborales, según cómo se mire) que despierta tanto interés como recelos en la plantilla. De hecho, es un objetivo del departamento encargado de organizarla, normalmente el de gestión de personas o RRHH, lograr que resulte más atractiva que indeseada. Existen claves para lograrlo.
Organización de una cena de empresa exitosa
La clave del éxito de una cena de empresa reside en su correcta organización. También en evitar errores de bulto. Son muchos los detalles a tener en cuenta. Comencemos por los más básicos:
Factores clave para planificar una cena de empresa memorable
Existen factores determinantes a la hora de organizar una cena de empresa exitosa. A la importancia de elegir el lugar y menús adecuados, que veremos a continuación, podemos sumar otras consideraciones:
- Disponer de margen para su planificación. Si se trata de una pyme, quizás sirvan tres meses de antelación. Pero si se trata de una multinacional que, por ejemplo, va a alquilar un espacio empresarial de gran envergadura, la planificación debe realizarse a un año vista. También es necesario avisar a los invitados con tiempo, para asegurar un mayor nivel de adhesión.
- Tener en cuenta las características de la plantilla. Una gran plantilla engrosada en su mayoría por gente joven no tiene las mismas preferencias que una pequeña con personal de más edad. La primera puede encontrar la cena de empresa perfecta en un evento donde la oferta gastronómica sea en formato catering de pie y donde, de manera simultánea, se ofrezca un concierto y zona de photocall.
Otros detalles a tener en cuenta son la organización previa de las mesas por grupos de afinidad o la oportunidad de obsequiar a los y las asistentes con merchandising promocional.
Importancia de elegir el lugar adecuado para el evento
El espacio resulta determinante en estos casos, también su ubicación. Una cena de empresa logrará un mayor nivel de adhesión si se celebra en un local:
Accesible: al que pueda llegarse, por ejemplo, en transporte público. Y que no presente barreras arquitectónicas para mayor facilidad de aquellas personas con movilidad reducida.
Experiencial: que sume a una oferta culinaria de calidad una experiencia sensorial, por ejemplo, a través de música en directo o de la propia ubicación, en un recinto histórico o con espectaculares vistas.
Estético y confortable: que sea amable a la vista y cómodo. Y que ofrezca cierta privacidad, por ejemplo, con un espacio reservado solo para los y las asistentes a la cena de empresa.
Consideraciones sobre el menú y las preferencias dietéticas
Como siempre, en la personalización reside la clave del éxito en cuanto a gestión óptima de personas. Y una cena de empresa entra en esa categoría. Apostar por un local de restauración donde exista la posibilidad de elegir con antelación el menú más apropiado será un punto a favor de la organización.
Menú vegano, vegetariano, a salvo de intolerancias y alergias, con diversidad de platos a elegir, en modo healthy… Ofrecer la posibilidad de escoger un menú personalizado suma puntos en la balanza de una cena de empresa exitosa.
Beneficios de celebrar una cena de empresa en Navidad
De entre todas las cenas de empresa, la cena de empresa de Navidad es quizás la más importante. No a nivel profesional, pero sí social, por su carácter festivo y distendido. Y porque en ella suele tomar parte toda la plantilla, al completo.
De hecho, para la organización, la cena de empresa de Navidad, representa un momento dorado para fortalecer los lazos entre compañeros y compañeras, y ahondar en la cultura de empresa.
Fomentar el trabajo en equipo y mejorar la moral del grupo
Estrechar las relaciones entre empleados y empleadas es una forma de aumentar la confianza entre ellos y el espíritu colaborativo. De hecho, la mayoría de los líderes empresariales aprovechan la ocasión para hablar a la plantilla y subir la moral del grupo. Puede tratarse de una felicitación por el trabajo realizado a lo largo del último año o una arenga a seguir esforzándose y colaborando.
Oportunidades para fortalecer relaciones laborales y networking
La cena de empresa de Navidad rompe estigmas y crea vínculos más fuertes. Porque nos ayuda a conocernos mejor más allá del espacio de trabajo, donde a menudo nos ponemos una armadura, no somos nosotros y nosotras mismas. Si además, como empresa, invitamos a colaboradores o partners de confianza, estaremos apuntalando esas relaciones profesionales y el networking empresarial.
Actividades y entretenimiento en cenas de empresa
Aquellas organizaciones que apuestan por hacer de la cena de empresa una oportunidad de creación de equipo, de mejorar el ambiente de trabajo, organizan actividades paralelas. Estas se encaminan en dos direcciones:
- Ideas creativas para animar la velada y promover la interacción entre los asistentes. Siempre desde un punto de vista lúdico e informal. Se trata de descubrir a los miembros del equipo desde otra perspectiva, desde su faceta más desinhibida y auténtica, más personal.
- Importancia de adaptar las actividades al perfil del grupo y los objetivos del evento. No vale cualquier actividad para una cena de empresa. Como siempre, el departamento de RRHH debe indagar sobre los intereses y preferencias de su plantilla en función de factores como la edad o los gustos.
Errores comunes en una cena de empresa de Navidad
En cuanto a los errores de quienes organizan cenas de empresa de Navidad, también existen ciertos lugares comunes en nuestro país. Y no son un tema que podemos pasar por alto, algunos pueden dar al traste con la cultura de la integración, la transparencia y el bienestar que queremos potenciar en la empresa:
- Que esta sea obligatoria y que la falta de asistencia traiga consecuencias a nivel laboral.
- Invitar a quienes se encuentran de baja por Incapacidad Temporal, pues debe respetarse su tiempo de descanso.
- Entregar obsequios diferentes en función de la edad o del género, ya que pueden considerarse discriminatorios.
- No invitar a ciertas personas de la plantilla, pues puede resultar hiriente e incluso recalar en una práctica de mobbing laboral.
- Publicar fotos de los asistentes a la cena en los canales corporativos de la empresa sin permiso, cuyas consecuencias están recogidas en el Estatuto de los Trabajadores, por ejemplo, en el artículo 54.
Y recordar que, ante un comportamiento excesivo o fuera de lugar, los responsables de la organización de la cena de empresa deben tratar de cortar esa situación. Y es que, puede tener consecuencias laborales, incluso derivar en un despido disciplinario.