Cómo funciona un seguro de vida
Un seguro de vida es la fórmula idónea para garantizar el futuro económico de tu familia en caso de deceso. Incluso tu propio futuro ante una posible invalidez. Sin embargo, no todos los seguros de vida son iguales ni funcionan de la misma manera.
Antes de contratar tu nueva póliza, infórmate sobre cómo funciona un seguro de vida.
De hecho, para mayor tranquilidad, ponte al día sobre el tipo de coberturas que ofertan las distintas aseguradoras en el mercado, así como las formas de pago. De esta manera podrás comparar y elegir el seguro de vida que más te convenga. Se trata de un ejercicio de transparencia que te librará de posibles sorpresas (ingratas) en el futuro.
Tabla de contenidos
Qué tipos de seguros de vida hay y cuál es el mejor
Un seguro de vida contempla, a priori, el riesgo de fallecimiento del asegurado. De esta forma su familia directa recibe la suma pactada por contrato en caso de deceso. Siempre y cuando, eso sí, el tomador haya hecho frente a las primas correspondientes.
Ahora bien, no todos los seguros de vida son iguales. Existen diferentes clasificaciones y tipos. Cada uno de ellos determina cómo funciona ese seguro de vida y qué beneficios reúne para el asegurado y su familia.
Así pues, no se trata de que un seguro sea mejor que otro, sino de elegir aquel que mejor se adapte a nuestras necesidades.
- Seguro de fallecimiento o seguro de riesgo
Se trata del seguro de vida más habitual. En caso de fallecimiento, la familia del asegurado recibe una cuantía económica pactada de antemano. Sin duda, una forma sencilla y muy útil de garantizar el bienestar de aquellas personas que dependen económicamente de nosotros, como pueden ser los hijos.
¿Cómo funciona un seguro de vida de fallecimiento o de riesgo? Depende.
Dentro de esta modalidad encontramos dos tipos más de seguros: los temporales y los continuos o de vida entera.
Los primeros suelen tener una duración de un año. Transcurrido ese tiempo, puede renovarse por el mismo periodo y fijar incluso nuevas aportaciones que superen las anteriores o, incluso, sean menores.
Los seguros de vida entera, por su parte, están vigentes hasta que el asegurado fallece. El importe de contribución suele ser constante y no es posible recuperar las primas pagadas hasta ese momento.
- Seguro de supervivencia
Este tipo de seguros garantiza por contrato el pago del capital incluso si a la fecha de vencimiento el asegurado no ha fallecido. Son los denominados seguros de ahorro.
Este tipo de seguro de vida es muy habitual entre los planes de retribución flexible o beneficios sociales de las empresas, pues se presentan como fórmulas de ahorro a futuro.
De hecho, los seguros de supervivencia suelen ofertarse como seguros de vida de empresas colectivos, con importantes ventajas frente a las pólizas individuales. De ahí que los seguros de vida de empresas se hayan convertido en una de las fórmulas mejor valoradas y más demandadas por las plantillas.
La compañía, de hecho, puede ofrecerlo como beneficio social, asumiendo el coste total de la póliza mensual hasta que finalice el contrato del empleado, o en formato flexible, facilitando a este la contratación individual de la póliza a través de la empresa a un precio menor al del mercado.
- Seguro de vida mixto
Es, como puede imaginarse, una mezcla de los anteriores. Es decir, la persona asegurada puede recibir el capital pactado en el momhttps://cobee.io/ebook/informe-salud-laboral-2023/ento, por ejemplo, de su jubilación. Pero, en caso de fallecimiento inesperado, ser la familia su beneficiaria. Una fórmula muy completa, pues tiene en cuenta ambos supuestos.
Cómo escoger el mejor seguro de vida para mi
Como hemos señalado, no existe un seguro mejor que otro, sino uno que se ajuste exactamente a lo que necesitamos. Ese será el mejor seguro para nosotros.
Para averiguarlo, debemos tener en cuenta varios factores, entre ellos:
- Si existe riesgo de accidente y posible invalidez en nuestro centro de trabajo.
- Si queremos que nuestra familia quede cubierta económicamente en nuestra ausencia.
- Si buscamos una fórmula de ahorro que nos permita rescatar el dinero depositado el día de nuestra jubilación.
- Si contamos con la capacidad financiera suficiente como para hacer frente a las primas de por vida, incluso si estas aumentan con el paso de los años.
Busca y compara aquellas coberturas que respondan a tus necesidades y habrás encontrado el seguro de vida ideal para ti.
Según un informe de Unespa publicado en 2018, casi un tercio del total de las personas en España que deciden contratar un seguro de vida tienen entre 35 y 44 años en el momento de la adquisición.
Este rango de edad y el siguiente (45 a 54 años) suponen la mitad de los compradores del seguro de vida en nuestro país. El motivo principal de esta realidad apunta a que son las personas en estas franjas de edad las más propensas a tener cargas familiares, especialmente menores de edad a su cargo. En otras palabras: son las que perciben una mayor necesidad de contratación.