La ‘gig economy’: Un nuevo paradigma
¿Qué es la gig economy? Este concepto se refiere a una nueva forma de entender el trabajo: a través de colaboraciones esporádicas con empresas a fin de sacar adelante proyectos concretos.
La gig economy se asienta sobre la proliferación de las plataformas digitales. Y es fruto de un nuevo panorama laboral, surgido tras la crisis de 2008 (y fomentado por la pandemia sanitaria), que ha traído consigo nuevos modelos de empleo y tendencias en expectativas laborales.
Definición y origen de la gig economy
Gig economy surge de la unión de las palabras gig, bolo en castellano, y economía. Y actualmente sirve para designar a toda actividad esporádica y ejecutada de manera independiente por los y las profesionales. De hecho, las características de esas gig economy son las siguientes:
- Los trabajos tienen una duración corta: aquella que brinda el margen suficiente para desarrollar un proyecto concreto.
- Las tareas a desempeñar son muy específicas.
- Las personas profesionales implicadas trabajan de manera autónoma, como freelance.
- Estas últimas entran en contacto con las empleadoras a través de plataformas online.
La gig economy, de hecho, surgió tras la crisis de 2008, cuando el trabajo por cuenta ajena escaseaba y la denominada economía bajo demanda supuso una alternativa y una opción gracias a internet.
Evolución del trabajo autónomo frente a la economía tradicional
Este modelo laboral se basa en el trabajo freelance. Es decir, una forma de trabajo autónomo que se caracteriza por la prestación de servicios:
- De duración concreta (normalmente corta, de semanas).
- De manera unipersonal (un solo trabajador o trabajadora).
- Para varios clientes (pues no existe exclusividad).
- A través de plataformas online o tecnología móvil.
Y desde el propio domicilio o un coworking, ya que el grueso de la actividad se desarrolla online. De hecho, no requiere una gran inversión en dispositivos, equipamiento o instalaciones.
La gig economy supone, pues, no solo una evolución significativa frente al trabajo tradicional, sino frente al trabajo autónomo.
No en vano, la gig economy está ligada a nuevas necesidades, profesiones y actividades económicas. Por ejemplo, la creación de contenidos online, el diseño digital o el de influencer.
Adopción internacional del modelo de gig economy
La gig economy nació en Estados Unidos, sin embargo, se ha expandido como pólvora por toda Europa. Se estima que, en España, un 6 % de la población se dedica a trabajos propios de la gig economy, y que el porcentaje se duplicará durante el próximo año.
Influencia de Silicon Valley en la gig economy y el contexto tecnológico
La influencia de Silicon Valley en la gig economy parte de que esta se asienta sobre innovaciones tecnologías ideadas en la meca de la disrupción a nivel mundial. De hecho, son muchas las voces expertas que, como veremos más adelante, responsabilizan a las startups y grandes tech afincadas en California de la precarización del mundo laboral de la mano de esta gig economy.
Ejemplos de sectores en la gig economy: transporte, alojamiento, reparto, servicios varios
El auge de la gig economy ha dado lugar a un sinfín de alternativas y, con ellos, de nuevos servicios o actividades económicas, como indicábamos antes.
De hecho, la gig economy se ha hecho hueco no solo entre las profesiones creativas, sino en los servicios de transporte, limpieza o cuidados. La popularidad de empresas como Uber o Glovo son buena muestra de ello.
Características principales de la gig economy
Hemos mencionado anteriormente las principales características de la gig economy. Pero, ¿Cuál es la clave del éxito de este modelo?
Comparación con el empleo tradicional fijo
La gigi economy se gesta en plataformas tecnológicas que ponen en contacto a clientes y profesionales freelance para el desarrollo de proyectos o trabajos concretos Estos últimos, sin embargo, tienen total libertad para aceptar o no la oferta. Y también para establecer o negociar tarifas, tiempos de entrega, etc.
En otras palabras, la gig economy brinda mayores cotas de libertad a los talentos en la toma de decisiones respecto a su trabajo. Y también de creatividad, al poder realizar varios proyectos a la vez.
No solo eso, estos y estas profesionales disponen de mayor flexibilidad y posibilidades de conciliación que en un puesto de trabajo al uso, pues existe una autogestión del tiempo, así como la capacidad de tele trabajar constantemente.
Así que, este modelo de gig economy representa un balón de oxígeno para quienes no encuentran un trabajo compatible con sus obligaciones familiares. O para quienes no desean estar sujetos a movilidad geográfica, fruto de la deslocalización.
Dinámica oferta-demanda en plataformas colaborativas de la gig economy
Pero no iba a ser todo maravilloso. Existe un reverso de la moneda, bastante oscuro, por cierto. Y este se sustenta en dos hándicaps: el problema de las coberturas sociales y la dinámica de la oferta y la demanda.
Esta última ha hecho de la gig economy qué ventajas evidentes como las antes señaladas no compensen en muchas ocasiones.
Quienes trabajan sujetos a plataformas están sujetos, en muchas ocasiones, a sus reglas. De hecho, adolecen de una falta de desconexión digital total, pues temen perder una oferta interesante o no estar disponibles para el cliente cuando se le necesita.
Este problema se agranda cuando hablamos de trabajos propios de la gig economy como el que desempeñan los riders, por ejemplo, totalmente sujetos a las políticas de las plataformas en las que operan. Y que, además, adolecen un alto grado de precarización, en buena parte debido a ingresos exiguos.
Tendencias históricas y actuales en cobertura social dentro de la gig economy
El impacto de la gig economy en la precariedad laboral también forma parte de ese lado oscuro del que hablábamos. Y podemos recurrir de nuevo al caso de los riders. De hecho, en Europa han saltado las alarmas y ya se han iniciado ciertas maniobras estratégicas para respaldar el derechos de los trabajadores y trabajadoras sujetos a dichas plataformas, tal y como muestra el artículo Trabajadores de plataformas y seguridad social: Evolución reciente en Europa.
Reformas recientes o nueva legislación europea tratan de paliar las deficiencias en las coberturas sociales de dichos profesionales así como en la prevención de riesgos laborales.
Beneficios y retos para los trabajadores en la gig economy
La gig economy atesora importantes ventajas para empresas y profesionales, pero siempre que no caiga en la denominada e-precariedad y consiguiente inestabilidad laboral. Una inestabilidad que empuja a las personas a asumir estrategias para maximizar sus ganancias desde múltiples plataformas de la gig economy. Estrategias que serían loables si no fuera porque responden a un intento por paliar la insatisfacción de bajos salarios, inseguridad y falta de bienestar.