Hábitos saludables para niños

Si adquirir hábitos saludables es importante para las personas adultas, lo es más aún en las menores, quienes atraviesan la fase de desarrollo más importante de su ciclo vital. De hecho, son muchas las empresas que favorecen, a través de sus planes de salud y bienestar corporativo, la formación de las familias al respecto. Se trata, así, de extender esa política de bienestar del empleado no solo a los trabajadores y trabajadoras, sino también a sus familias.

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Importancia de los hábitos saludables en la infancia

Como señalamos, los hábitos saludables son fundamentales en personas adultas, y también en menores, quienes se enfrentan a una etapa de desarrollo máximo a nivel físico, cognitivo, emocional, social, etc. No asumir hábitos saludables al respecto puede traer enormes consecuencias. Y, hacerlo, enormes beneficios:

Beneficios a corto y largo plazo

A corto plazo, los beneficios de los hábitos de vida saludable en la infancia se dejan notar en diversos signos de vitalidad. A medio y largo plazo, son aún más evidentes: aumento del rendimiento escolar, fortalecimiento del sistema inmunológico, un correcto crecimiento y una buena actitud ante los desafíos diarios… En definitiva:

• Mayor predisposición en la prevención de enfermedades.
• Un mejor y mayor desarrollo físico y mental.

Los hábitos saludables en niños y niñas son inherentes a su correcto desarrollo físico, emocional, mental y social.

Asumir una alimentación balanceada

Se trata de un hábito que contribuye decisivamente al buen desarrollo de los y las menores. La importancia de una dieta variada, donde sea frecuente la hidratación adecuada, la incorporación de frutas y verduras y se de una reducción del consumo de azúcares y alimentos procesados resulta de vital importancia.

Adoptar rutinas de sueño saludables

Como rutinas del sueño saludable en niños y niñas podríamos aplicar las mismas que las citadas para personas adultas. Y, además, tener en cuenta que cada menor, en función de su edad, necesita unas horas de sueño determinadas: los bebés, por ejemplo, duermen por la noche y además varias siestas a lo largo del día, al menos hasta los cinco años, cuando ya solo duermen por la noche. No respetar esas horas de sueño afecta a la salud y rendimiento académico.

Otros hábitos necesarios para los niños y niñas

Los hábitos de vida saludable en la infancia incluyen un conjunto de prácticas que no solo son alimentarias o ligadas a la actividad física o el sueño. Entran en juego los hábitos de higiene y cuidado personal, la autorregulación de las emociones para la vida en comunidad y en equilibrio interior, el descanso… Todo ello contribuye, como señala Unicef en sus informes, a vivir una vida más saludable.

• Por eso, se consideran hábitos imprescindibles para los niños y niñas:
• Practicar actividad física regular.
• Mantener la higiene personal.
• Pasar tiempo en familia y fomentar la socialización.
• Hacer un uso responsable de la tecnología.
• Desarrollar prácticas que contribuyan a la salud mental y emocional, como técnicas de relajación y manejo del estrés, y fomento de la autoestima y la confianza.

Y es que, tal y como señala dicha organización para la infancia, educar para la salud y la higiene “es clave para la prevención de problemas de salud y para el desarrollo de actitudes responsables que contribuyan a garantizar este derecho para toda la infancia”.