La importancia de la huella de carbono
Si has oído hablar de la huella de carbono, que sabemos que sí, y no te queda muy claro el concepto, sigue leyendo. Porque la definición de huella ecológica solo es la punta de un gran iceberg contra el que la humanidad se ha propuesto no chocar.
Tabla de contenidos
- Definición y relevancia de la huella de carbono y su huella ambiental
- Huella personal y definición de huella ecológica
- Importancia de la reducción de la huella de carbono
- Huella corporativa y su impacto en el medio ambiente
- Responsabilidad ambiental empresarial frente a su propia huella ecológica
- Medidas corporativas para mitigar y compensar emisiones, reduciendo su huella ambiental
- Estrategias prácticas para reducir la huella ecológica
Definición y relevancia de la huella de carbono y su huella ambiental
La huella de carbono es un indicador que trata de medir el impacto de nuestro modo de vida sobre el entorno natural. Hoy en día, de hecho, se puede medir la huella ecológica de un sector económico entero, de una sola compañía o de un producto o servicio concreto. Incluso podemos calcular el impacto de una de las fases o procesos dentro la cadena de producción.
La huella de carbono se refiere, de hecho, a la cantidad de recursos que se necesitan para producir un bien, por ejemplo. Y en el caso de una familia, a los necesarios para mantener el estilo de vida.
Los datos indican que, actualmente, la humanidad, de media, necesitaría 1,75 planetas para satisfacer sus demandas de recursos naturales. De ahí que el pasado 20 de mayo se celebrase el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra.
Huella personal y definición de huella ecológica
Existe también una huella ambiental personal. La que generamos con nuestros hábitos cotidianos de manera individual. Porque:
Somos responsables de la contribución individual al cambio climático a través del tamaño de nuestra huella ecológica.
Podemos emprender acciones cotidianas para disminuir nuestra propia huella ambiental.
De hecho, existen aplicaciones que nos muestran la huella de carbono personal que generamos y, además, nos brindan consejos sobre cómo reducirla. De la misma forma que el Ministerio para la Transición Ecológica ha desarrollado una serie de herramientas para facilitar el cálculo de la huella de carbono de una organización.
Importancia de la reducción de la huella de carbono
A estas alturas, cuando la sostenibilidad se ha vuelto un asunto prioritario a nivel mundial, capaz de introducir cambios en las políticas nacionales; cuando es una gran preocupación de las nuevas generaciones, no hace falta aclarar la importancia de la reducción de la huella ecológica. Aún con todo, podemos enumerar algunas razones:
- Impacto de la huella ambiental en el calentamiento global
- Nuestro estilo de vida aumenta la emisión de GEI. Y estos tienen una relación directa con el calentamiento global.
- Relación entre la reducción de la huella y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
- Reducir la huella de carbono entra dentro de los ODS de Naciones Unidas, en cuya consecución se han volcado todos los países miembros de la UE.
- Estrategias para la descarbonización y reducción de la huella ecológica
La UE en general, y España en particular, están inmersas en un proceso de descarbonización para la lucha contra el cambio climático, que implica la reducción de la huella de carbono.
Huella corporativa y su impacto en el medio ambiente
Cada vez son más las organizaciones que entonan el mea culpa y se responsabilizan de sus actos, es decir, del impacto ambiental de su actividad.
Lo hacen porque la sensibilidad ha crecido, así como la necesidad de ser partícipes de la solución (y no solo del problema) como agentes de cambio. Pero también porque la sociedad así lo reclama. Y porque la normativa es cada vez más vasta y compleja al respecto, dejando poco margen a las organizaciones que no deseen subirse al carro de la defensa ambiental, como demuestra el último proyecto de ley sobre la movilidad sostenible.
Responsabilidad ambiental empresarial frente a su propia huella ecológica
El primer paso para ejercer esa responsabilidad y convertirse en empresas del cambio es calcular la propia huella ecológica. Solo así podrán saber: cómo contaminan y en qué medida, y poner soluciones para ello.
De hecho, son muchas las empresas que han emprendido este proceso de cálculo y reducción de la huella ecológica. Pero no las suficientes, tal y como señala la Red Española del Pacto Mundial, a pesar de que reducir la huella de carbono de una empresa es un paso clave, imprescindible en la gestión ambiental que ya abrazan muchas de ellas.
Medidas corporativas para mitigar y compensar emisiones, reduciendo su huella ambiental
Y si el primer paso es calcular la huella ecológica, el segundo es diseñar un plan estratégico para mitigar esas emisiones.
De hecho, existe también la posibilidad de compensarlas. Aunque esta última no deja de ser una opción controvertida, tal y como refleja a la perfección el magnífico reportaje de Carbon Brief traducido y publicado en castellano por Climática. Una solución sobre la que la UE está legislando con el fin de acabar con ciertas prácticas de lavado verde.
Estrategias prácticas para reducir la huella ecológica
En virtud del Reglamento Europeo sobre el Clima, los países de la UE deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030, llegando a ser climáticamente neutra en 2050. Y esta meta requiere la implicación de la ciudadanía y, en especial, de las organizaciones.
Existen multitud de estrategias prácticas que pueden ponerse en marcha dentro de un plan de sostenibilidad y criterios ESG para reducir la huella ecológica. Lo importante es que estas sean serias y honestas, transparentes y creíbles. Y que, siempre antes de compensar, apuesten por reducir.