Descubre cómo la planificación fiscal puede optimizar tu carga tributaria

Cristina Allende · 

Una buena estrategia de planificación fiscal permite a cualquier organización reducir el pago de impuestos o, cuanto menos, atrasarlo. 

Por esa razón, la planificación fiscal se ha convertido en una herramienta fundamental de toda empresa. Al menos de aquellas que busquen la optimización de sus costes y el establecimiento de una estrategia adecuada a largo plazo. De hecho, se trata de un factor a tener en cuenta en los análisis PESTEL.

Concepto y Objetivos de la Planificación Fiscal

La planificación fiscal permite a las empresas tomar decisiones estratégicas que ayuden a reducir la carga fiscal. Esta circunstancia puede traducirse en millones de euros a largo plazo. Y por supuesto, operando dentro del marco legal.

Definición de Planificación Fiscal y su Propósito Principal

La planificación fiscal hace referencia a una estrategia que incluye en la gestión empresarial la variable impositiva. 

Es decir, la planificación de recursos financieros se lleva a cabo teniendo en cuenta los beneficios fiscales que puede obtener la organización. Y de la misma forma, se encara intentando sortear las penalizaciones que obliguen a la entidad a pagar más de lo estrictamente necesario. 

Diferenciación entre Planificación Fiscal, Evasión y Elusión Fiscal

La planificación fiscal no quiere decir que la empresa en sí trate de no pagar impuestos. En absoluto. Si no que tratará de minimizar su impacto siempre dentro de los marcos legales establecidos.

Así pues, no se trata ni de una evasión ni de una elusión fiscal. Si no de propiciar cierto ahorro en virtud de las ventajas que brinda el sistema tributario a través de, por ejemplo, deducciones, exenciones, etc.

Podríamos resumir que el los objetivos clave de la planeación tributaria de una empresa son:

  • Alcanzar el mayor ahorro fiscal posible reduciendo al máximo la carga tributaria.
  • Hacerlo siempre acorde a la legalidad y la normativa vigente en ese momento.
  • Aprovechando las ventajas que brinda el propio sistema de contribución a través de figuras como las exenciones fiscales.

Una buena planificación fiscal no resulta sencilla. De hecho, la mayor parte de empresas recurren a asesoramiento profesional. 

El equipo encargado de diseñar la planificación fiscal ha de conocer la legislación al respecto perfectamente, tanto nacional como internacional, si la empresa opera en otros mercados. También cada una de las novedades que la Agencia Tributaria incorpora cada ejercicio fiscal.

Ejecución Efectiva de la Planificación Fiscal Agresiva

La planificación fiscal agresiva se refiere a una planificación fiscal que trata de jugar con la existencia de legislación o normativa que es interpretable. Incluso incoherente en ocasiones. 

Estas empresas tratan de beneficiarse de las lagunas existentes para evitar el pago de los impuestos que les corresponden.

La Administración frente a la planificación fiscal agresiva

De hecho, la Comisión Europea hace tiempo que trata de: “reforzar la cooperación administrativa entre los países de la Unión Europea para luchar contra las prácticas abusivas y la doble no imposición, y hacer frente a cuestiones relacionadas con los paraísos fiscales y la delincuencia relacionada con la fiscalidad”. 

Así lo demuestran la Directiva (UE) 2018/822 del Consejo, de 25 de mayo de 2018, y su trasposición a la legislación nacional en 2021.

Y es que, ciertas empresas aprovechan las discordancias entre las normativas nacionales para librarse del pago de ciertos impuestos y para beneficiarse de las diferencias en los tipos impositivos. Esa planificación fiscal agresiva resulta desleal y contraria al  espíritu de la ley. Un buen ejemplo es el uso de los paraísos fiscales.

Lo que no es planificación fiscal agresiva

Sin embargo, una planificación fiscal correcta trata de eso. Esta última puede echar mano de soluciones que: minimicen la cantidad de impuestos a pagar, los retrasen o incluso que contribuyan a una mejor gestión de riesgo. Pero siempre de manera honesta.

Por ejemplo, mediante los fondos de inversión que permiten aplazar el pago de impuestos hasta el momento del cobro de los beneficios a largo plazo. O de ciertos seguros de ahorro que son beneficiosos desde el punto de vista fiscal, pues incorporan exenciones de tributación si se cumplen algunos requisitos.

De hecho, en la planificación fiscal de una empresa deben tenerse en cuenta variables como:

  • Una evaluación constante de la estrategia fiscal para acomodarla a posibles cambios regulatorios.
  • Estar al tanto de los cambios anuales a los que están sujetas las leyes fiscales y así sacar el máximo partido a los beneficios fiscales anunciados.
  • Análisis detallado de todas las opciones legales disponibles para alcanzar una mayor eficiencia fiscal.
  • Conocimiento de los procedimientos para realizar autoliquidaciones fiscales adecuadas.
  • Aplicación de estrategias legales disponibles frente a posibles inspecciones o requerimientos en la planeación tributaria de una empresa por parte de la Administración.

No en vano, la planificación fiscal es vital para garantizar el éxito de la estrategia financiera y de crecimiento de una empresa.

Con los planes de beneficios y la retribución flexible de Cobee tu empresa mejorará la motivación de tu equipo

Descubre cómo mejorar la vida de tu equipo con Cobee. Reúnete con nuestro equipo