La productividad marginal: claves para medir el crecimiento de tu empresa

La productividad marginal es uno de esos conceptos necesarios para apuntalar el futuro empresarial. Realizar el cálculo asociado de manera correcta es necesario para tomar decisiones estratégicas en base a datos fidedignos. Especialmente aquellas que son necesarias para ajustar las plantillas a las necesidades de producción o para garantizar la optimización de la productividad global.

Tabla de contenidos

• Definición y Concepto de Productividad Marginal
• Fórmulas para Determinar la Productividad Marginal del Trabajo y del Capital
• La ley de los rendimientos decrecientes y el efecto de la motivación
• Factores que Influyen en la Productividad Marginal del Trabajo
• Influencia de la Inteligencia Artificial en la Productividad Marginal del Trabajo

Definición y Concepto de Productividad Marginal

La productividad marginal es un concepto económico que alude al incremento de la producción que tendría lugar en una empresa si aumentamos en una unidad un factor de producción. Este factor podría ser el humano. Y en ese caso, estaríamos hablando de productividad marginal del trabajo.

En este último caso, para conocer el resultado de la productividad marginal, tendríamos que averiguar qué incremento obtenemos de la producción total cuando aumentamos la mano de obra al incorporar una persona más.

Fórmulas para Determinar la Productividad Marginal del Trabajo y del Capital

Existe una fórmula estándar para determinar la productividad marginal del trabajo. Esta representa la variación en la utilización de un factor productivo (normalmente una unidad, en este caso, un o una profesional) respecto a la variación en la cantidad producida:

La representación gráfica del producto marginal del trabajo es una curva que muestra la evolución del producto total tras emplear a un trabajador o trabajadora adicional.

La ley de los rendimientos decrecientes y el efecto de la motivación

Esto no quiere decir que a más unidades, mayor producción y, por tanto, mayor productividad marginal del trabajo. Esa deducción resulta errónea. La razón: el aumento de la plantilla está vinculada a consecuencias que pueden afectar al resultado de manera negativa o al menos no tan positiva. Una de ellas es la necesidad de adquirir más tecnología o maquinaria. 

Es lo que se conoce como ley de los rendimientos decrecientes y que señala que a partir de un cierto nivel de empleo se obtienen cantidades de producto menores. ¿Por qué? Porque se aumenta la mano de obra pero no otros factores como los equipos de trabajo o medios técnicos.

Además, las personas no son ajenas a su ambiente laboral o las circunstancias que la rodean. Podemos contratar a más personas y que estas estén tremendamente desmotivadas, no trasladándose su esfuerzo a esa productividad marginal.

Así pues, saber calcular correctamente la productividad marginal del trabajo contribuye a optimizar el uso de recursos, como el talento, maximizando la producción y minimizando los posibles costes derivados.

Factores que Influyen en la Productividad Marginal del Trabajo

Existen factores determinantes en la productividad marginal de trabajo. Es decir, factores que deben tenerse en cuenta para que, realmente, una unidad adicional de trabajo suponga más producción cuando el resto de factores permanecen constantes.

Uno de ellos es el nivel de capacitación. Así, se presupone que las personas más y mejor preparadas para afrontar ciertas tareas o responsabilidades lograrán mayores niveles de productividad.

Al nivel de capacitación podríamos sumar la experiencia laboral adquirida y la posibilidad de contar con los elementos tecnológicos, equipamiento y herramientas necesarias para desempeñar adecuadamente el trabajo. Así como la organización del trabajo en el seno de la compañía.

Estos son factores considerados por todas las organizaciones del mundo. Sin embargo, existe otro que es tomado en cuenta desde hace relativamente poco tiempo, y no por todas las empresas:  El nivel de motivación y compromiso de los empleados y empleadas. 

Este último influye drásticamente en la productividad de la plantilla. A mayor motivación, mayor esfuerzo y mayor productividad. Y depende de factores tan poderosos como:

• Las condiciones laborales: el ambiente de trabajo, la seguridad en las instalaciones, las posibilidades de conciliación, la flexibilidad, los programas de bienestar físico y mental, etc.
• Los incentivos y programas de compensación: estos fomentan un mayor esfuerzo y dedicación a la consecución de los objetivos corporativos.
• La cultura de empresa: contribuye a alinear los intereses y valores de los trabajadores y trabajadoras con los de la empresa.

En definitiva, la productividad marginal del trabajo está estrechamente asociada a eso que denominamos salario emocional, vinculado a un concepto de compensación total que gana peso dentro de las organizaciones con el peso de los años.

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Influencia de la Inteligencia Artificial en la Productividad Marginal del Trabajo

Hemos señalado que un factor determinante para garantizar esa productividad marginal del trabajo es garantizar que las plantillas cuentan con los medios necesarios a su alcance. Recursos técnicos que les ayuden a incrementar su eficiencia y eficacia. Y la IA es uno de ellos, imprescindible para ganar competitividad e incrementar el rendimiento de los y las profesionales.

Porque la IA facilita:

• La automatización de tareas repetitivas y rutinarias, que absorben mucho tiempo y esfuerzo por parte de los y las trabajadoras. De hecho, la IA puede liberar a los equipos de trabajo de estas tareas diarias y dejarles espacio para otras de carácter más excepcional, de mayor valor añadido por ser creativas o innovadoras.
• El análisis de grandes cantidades de datos, inabarcables para un equipo humano, con el fin de identificar patrones, tendencias y oportunidades de mejora en los procesos empresariales, lo cual redunda en una optimización y eficiencia operativa, y en una toma de decisiones más rigurosa, en base a información relevante y objetiva.
• Desarrollo de nuevas habilidades: la IA facilita la adquisición de habilidades complementarias. Es decir, mayor capacitación y desarrollo en áreas como la programación, el análisis de datos, la gestión de sistemas, etc. Todas ellas necesarias en empresas resilientes y transformadoras, que desean adaptarse a las tendencias globales.

En una economía donde la digitalización se convierte en palanca de cambio, la IA se convierte en un factor fundamental a tener en cuenta a la hora de calcular la productividad marginal. No exenta de polémica por la incertidumbre laboral que genera la IA en ciertos sectores y por el nivel de productividad que puede alcanzar sin soportar excesivos costes económicos para las organizaciones, no así sociales o medioambientales.