Ejemplos de cultura empresarial
La cultura empresarial es ese conjunto de valores, creencias y normas sobre las cuales se asienta la práctica de una organización, desde el comportamiento de sus empleados y empleadas a la toma de decisiones estratégicas por parte de la dirección empresarial. Así pues, existen tantos tipos de cultura empresarial como tipos de empresa. Algunos ejemplos de cultura empresarial reconocidos hoy en día en las principales empresas del mercado son:
Cultura empresarial basada en la innovación.
Propia de empresas ligadas al desarrollo de tecnología disruptiva, como Google, su cultura de empresa trata de fomentar la creatividad y la innovación entre sus empleados y empleadas.
Para ello, deja margen a la satisfacción de proyectos personales y hace hincapié en la creación de un ambiente de trabajo idóneo, con espacios abiertos, zonas de recreo y cafeterías en las que crear un entorno cómodo y colaborativo.
Las políticas de diversidad e inclusión, con el fin de crear un ambiente de trabajo equitativo y aprovechar el potencial de todo tipo de talentos es otra seña de identidad en este tipo de ejemplos de cultura empresarial.
Se aceptan los fracasos como parte del proceso de innovación, siempre y cuando los riesgos sean calculados. De hecho, el fomento de la experimentación es tal que el espacio físico está diseñado para que invite a ello y permitiendo a los empleados y empleadas a adaptarse rápidamente a los cambios.
Cultura empresarial de la excelencia.
Apple es un buen ejemplo de marca, pues su cultura de empresa se enfoca en la perfección del diseño de sus productos, usabilidad y funcionalidad, y atención a la clientela.
Dichas corporaciones, al igual que aquellas que recalan en la innovación, mantiene un alto nivel de confidencialidad en sus proyectos y logran altas dosis de engagement por parte de sus empleados y empleadas, que se convierten en auténticos embajadores y embajadoras de la marca, pues se muestran apasionados por los productos que desarrollan y venden.
Cultura empresarial enfocada a la mejor experiencia cliente.
Eficiencia y rapidez destacan en este ejemplo de cultura empresarial, cuyo estandarte son empresas como Amazon. Su ambiente es mucho más competitivo, pues se busca maximizar la productividad. La cultura de empresa se centra en el logro de objetivos y metas claras.
De hecho, los resultados son medidos y recompensados frecuentemente, al igual que el desempeño. Esta característica puede generar ciertas tensiones y situaciones de estrés entre empleados y empleadas si no se orienta la cultura de empresa a objetivos comunes y beneficios compartidos.
Cultura empresarial enfocada en proyectos
La cultura empresarial de dichas empresas apuesta por la libertad y responsabilidad de sus empleados y empleadas. La plantilla participa activamente en los procesos de toma de decisiones y gozan de un alto grado de libertad en su desempeño, a menudo orientado a objetivos. La transparencia es un pilar fundamental de la actividad,
Pensada para alcanzar un alto rendimiento, pues se espera que empleados y empleadas aporten el máximo de sus capacidades.
Promueve una comunicación abierta y transparente entre todos los niveles de la organización. Suele ser común en startups de rápido crecimiento.
Cultura empresarial basada en la sostenibilidad
Empresas como Patagonia han diseñado este ejemplo de cultura empresarial, que cada vez abrazan más organizaciones, especialmente en la UE. Toda la actividad y decisiones de la empresa pivotan sobre un fuerte compromiso con la sostenibilidad y prácticas responsables con el medio ambiente a todos los niveles y fases de la cadena de valor.
Estas marcas fomentan el activismo ambiental entre sus empleados y empleadas, que además apoya diversas causas ambientales. Suelen ser culturas corporativas donde el equilibrio entre vida profesional y personal se pone en el centro de la estrategia de gestión de personal. El teletrabajo, las jornadas flexibles o de cuatro días suelen ser habituales.
Cultura empresarial colaborativa.
Microsoft fue de las primeras empresas en adoptar un enfoque de colaboración y trabajo en equipo, dando así carpetazo a una estructura jerárquica y vertical que tiende a desaparecer. Son habituales los programas y recursos para el desarrollo personal y profesional, así como las estrategias para crear un entorno de trabajo confiable.
Estos son solo algunos ejemplos actuales que muestran cómo la cultura empresarial puede variar significativamente entre organizaciones en función de los valores que defiende, y de cómo estos influyen en el éxito de la organización y en la satisfacción de los empleados y empleadas.