Gratificaciones extraordinarias

Beneficios para empleados

Las gratificaciones extraordinarias son aquellos pagos que efectúa la empresa a sus trabajadores o trabajadoras en concepto de retribución dineraria más allá de la nómina.

Dentro de las gratificaciones extraordinarias, las pagas extras son las más evidentes y aquellas cuyo límite legal está estipulado por la legislación vigente: este debe ser como mínimo de dos al año, o bien pueden prorratearse.

El resto de gratificaciones extraordinarias se fijan a discreción de la empresa o del acuerdo alcanzado durante la negociación colectiva y suponen el reconocimiento de ciertos trabajadores y trabajadoras a su desempeño, logros especiales o para incentivar ciertas conductas o resultados.

Claves de las Gratificaciones Extraordinarias

Las gratificaciones extraordinarias no forman parte de los ingresos habituales ni de la nómina mensual, a no ser que estemos hablando de las pagas extraordinarias, esas pagas destinadas a completar el sueldo base de un empleado o empleada y que suponen un complemento salarial habitual y recurrente. De hecho, las pagas extraordinarias están reguladas a través del Estatuto de los Trabajadores.

Sin embargo, las gratificaciones extraordinarias se cobran de manera puntual y debido a hechos imputables a los empleados o empleadas de manera individual: ratio de productividad, nivel de calidad, etc.

No obstante, las gratificaciones extraordinarias aparecen reflejadas en la nómina y, al igual que las pagas extras, cotizan a la Seguridad Social, por lo tanto, están sujetas a la retención del IRPF.

El importe de las pagas extraordinarias no puede ser inferior al salario mínimo interprofesional (SMI).

Las pagas extraordinarias son un instrumento más dentro de la estrategia de employer branding y motivación para incrementar el engagement laboral. En otras palabras, están encaminadas a elevar el poder adquisitivo de las plantillas y su moral o implicación con los objetivos de la empresa. Se trata, de hecho, de un beneficio normalizado en nuestra cultura laboral.

Puesto que las gratificaciones extraordinarias son a menudo personales y brindadas en función de méritos individuales, la empresa ha de velar por ciertos cumplimientos para evitar conflictos internos entre el personal profesional, por ejemplo:

Definir criterios claros y objetivos para la consecución de gratificaciones extraordinarias.
Mantener un proceso transparente para la distribución de estas gratificaciones, evitando favoritismos y asegurando la equidad.
Garantizar que la empresa puede sostener estas gratificaciones financieramente sin comprometer su estabilidad económica en el tiempo.
Comunicar efectivamente a los empleados y empleadas la existencia de estas gratificaciones, así como los procesos de evaluación para obtenerlas.

Según datos reflejados en el informe sobre tendencias de beneficios elaborado por Cobee, casi la mitad de los españoles y españolas se siente mal remunerado por su empresa. De hecho, un 70 % cree que su organización no le ha compensado la subida de los precios motivada por los recientes episodios inflacionistas. Así pues, las gratificaciones extraordinarias suponen un balón de oxígeno y un aliciente para aquellos y aquellas profesionales que no se han visto recompensados debidamente por el esfuerzo realizado.

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