Salario base

Beneficios para empleados

El salario base es la remuneración económica que recibe un empleado o empleada de la empresa y que supone una cuantía fija. Es decir, no incluye los complementos salariales, capaces de elevar la remuneración de un o una profesional notablemente en diversos casos, como en situaciones de elevada antigüedad o cuando se trabaja en turno de noche.

El salario base se determina en función de las horas trabajadas o de los resultados alcanzados si se trabaja por objetivos en jornadas totalmente flexibles. Así pues, el salario base es la retribución determinada por unidad de tiempo o de obra.

Su mínimo lo marca el SMI o Salario Mínimo Interprofesional, cuya cuantía fija el Gobierno tras un proceso de diálogo social con patronales y sindicatos. Así pues, cuando el SMI sube, también lo hace el salario base, siempre que este no superarse el nuevo SMI.

Claves del salario base

El salario base es, a priori, una cantidad invariable de dinero a la que se suman complementos que sí son variables, especialmente aquellos ligados a la consecución de objetivos corporativos, como puede ser el complemento de productividad. Estos complementos, de hecho, pueden ser mensuales o de pago único a lo largo de un ejercicio. El salario base, no. Este último será de carácter mensual y no puede ser modificado a no ser que se inicie una negociación del convenio colectivo, tal y como establece el Estatuto de los Trabajadores.

El salario base queda así reflejado en el convenio colectivo y siempre aparece en el contrato de trabajo y en las nóminas mensuales.

El salario base forma parte de las percepciones salariales que aglutina el denominado salario bruto. Es decir, aquella cantidad que supone la remuneración de un trabajador o trabajadora antes de aplicar las deducciones oportunas.

Junto al salario base, las percepciones salariales que acaban por configurar ese salario bruto son: los complementos salariales y dos conceptos más: las pagas extraordinarias u otras gratificaciones extraordinarias, las horas extra y el salario en especie. Este último se refiere a esa retribución que no tiene forma dineraria, sino que se otorga al trabajador o trabajadora en forma de beneficios.

El salario base determina las prestaciones que recibe una persona por parte de la Seguridad Social, como por ejemplo, la de jubilación, pues es una de las cuantías a tener en cuenta a la hora de realizar el cálculo. De hecho, el salario base determina, en parte, la base de cotización, aquellas que contribuyen a fijar esas aportaciones mensuales que deben realizar tanto la empresa como el trabajador o trabajadora a las arcas del Estado.
Puesto que todas las empresas deben tener un registro retributivo de todos y cada uno de sus empleados y empleadas (Real Decreto 902/2020, de 13 de octubre, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres), todas deben tener registrados valores medios como los de los salarios base, los complementos salariales y las percepciones extrasalariales de la plantilla. Y siempre desagregadas por sexo y especificadas.

Además, todas las empresas de 50 o más trabajadores y trabajadoras, obligadas a desarrollar un Plan de Igualdad, deben hacer frente a una auditoría retributiva, gracias a la cual se esclarecerá conceptos como los salarios bases, poniendo así de relieve si el sistema retributivo de la empresa guarda el principio efectivo de igualdad entre hombres y mujeres en materia de retribución.

Volver al Diccionario de RRHH