Teoría de Herzberg
La teoría de Herzberg o Teoría de los Dos Factores fue desarrollada por el psicólogo Frederick Herzberg en la década de 1950. Esta teoría identificaba dos factores como decisivos para la satisfacción de las plantillas en los centros de trabajo: la motivación y la higiene.
La teoría de Herzberg plantea, además, los recursos necesarios para incentivarlas.
Claves de la teoría de Herzberg
Frederick Herzberg (1923-2000) lideró su investigación en Pensilvania (EE.UU.) y plasmó sus resultados en el libro The Motivation to Work.
En este, Herzberg vincula la satisfacción laboral con dos factores que considera determinantes y que influyen sobremanera tanto en las condiciones de trabajo como en el ambiente laboral: los factores higiénicos y los factores motivacionales.
Los factores de higiene o factores extrínsecos deben ser adecuados y estar siempre presentes en el centro de trabajo, pues evita que los trabajadores estén insatisfechos. Algunos ejemplos son: condiciones de trabajo saludables y seguras o un salario adecuado, cuya ausencia puede generar descontento, aunque su presencia por sí sola no crea satisfacción duradera ni motiva a los empleados y empleadas a mejorar su desempeño.
Mientras que los factores motivacionales o intrínsecos sí son capaces de elevar la moral de la plantilla, su motivación y satisfacción. Se trata de el reconcomiendo, la concesión de cotas de libertad y responsabilidad, las oportunidades de promoción… La presencia de estos factores puede aumentar significativamente la satisfacción y la motivación de los empleados por sí solos.
Hoy en día, la teoría de Herzberg está más presente que nunca e impulsa a las
empresas a implantar soluciones inspiradas en el bienestar de los trabajadores y trabajadoras, en su capacitación y en su desarrollo profesional dentro de la empresa.
Para ello, muchas recurren a no solo cubrir esas necesidades básicas o factores extrínsecos, sino de elevarlas al máximo para generar una experiencia positiva en la plantilla:
Incrementar la capacidad adquisitiva de los empleados y empleadas para equipararla a la subida del IPC.
Implementar soluciones y herramientas de seguridad para la prevención de riesgos laborales innovadoras.
Habilitar zonas físicas ergonómicas y cuyo diseño invite a la participación.
Configurar acciones para mejorar el bienestar y la salud proactiva de los equipos de trabajo.
Y también a esas otras que aumentan la motivación de los y las profesionales, las intrínsecas:
Incremento de tareas más complejas y relevantes frente a aquellas otras mecánicas y repetitivas.
Mejora de las competencias y habilidades de la plantilla para un desempeño de las funciones más eficiente y eficaz.
Desarrollo de planes de carrera y promoción para todo el personal.
Implantación de modelos de trabajo por objetivos, con mayor libertad de acción.
La teoría de Herzberg proporciona así una perspectiva dual sobre la motivación en el trabajo, subrayando la importancia de abordar tanto los factores de higiene, que podrían considerarse como básicos, como otros factores motivadores que traen consigo el enriquecimiento de la plantillas y del talento humano en la organización.