Valores de la empresa
Los valores de empresa son el conjunto de principios y creencias fundamentales que guían el comportamiento de los y las profesionales y la toma de decisiones dentro de una organización.
Estos valores establecen aquellos estándares éticos y morales que orientarán toda acción y decisión de la organización como ente pero también de todos los miembros que la conforman.
Los valores de empresa se reflejan en la misión, visión y objetivos estratégicos de la organización. Se consideran esenciales para crear un entorno de trabajo cohesionado, coherente y alineado con las metas corporativas.
Claves de los valores de la empresa
Los valores de la empresa quedan patentes en documentos como aquellos que recogen el Código de conducta o Código ético, el Reglamento Interno de Trabajo, la política de compliance o la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y medioambiental, entre otros.
Los valores de empresa forjan la identidad de una marca o compañía y determinan el impacto que esta va a tener sobre su entorno social y medioambiental.
Hoy en día, los valores de empresa se asocian a un humanismo que sitúa a las personas en el centro de la organización.
Junto a este, destacan otros como los de libertad, creatividad y capacidad de innovación, esfuerzo y compromiso, ética del trabajo, afán de superación, comunicación positiva, transparencia, responsabilidad, colaboración y diálogo.
El compromiso con el propio desarrollo personal, con el del equipo y con el de la empresa también forma parte de esos valores de empresa imperantes en la década actual, haciendo de las empresas entidades comprometidas con el desarrollo efectivo y bienestar de las personas involucradas en la actividad empresarial y en la sociedad que la rodea.
Los valores de la empresa son la base sobre la que se asienta cualquier estrategia corporativa de cualquier departamento, pues en base a ellos se delimitan los objetivos a corto, medio y largo plazo.
Los valores de la empresa rigen así el comportamiento de la plantilla y la propia actividad empresarial.
De hecho, en base a ellos se desarrolla, articula y aplica:
La identidad de marca.
La cultura de la empresa.
La estructura organizativa.
La marca empleadora.
Y con estas, la estrategia de captación y retención de talento, la estrategia de atención a la clientela, las relaciones con empresas proveedoras, etcétera.
Los valores empresariales se desarrollan, fomentan y apuntalan a través de la práctica diaria. Una práctica en la que está implicada toda la plantilla, desde la alta dirección, que ha de ser ejemplarizante al respecto, a los y las profesionales contratados temporalmente.