El absentismo laboral, de camino a récord histórico: ya se sitúa por encima de la pandemia
El absentismo laboral alcanzó en 2024 su punto álgido y todo apunta a que, si sigue la tendencia, se superará el récord histórico registrado en 2020 a causa de la pandemia.
Así lo ha recogido un estudio de The Adecco Group Institute, que señala que la media de absentismo en el tercer trimestre del año pasado fue de un 7’5%. Esto supone un aumento de un 0’5% con respecto al mismo periodo del año anterior y un 0’6% con respecto al segundo trimestre de 2024. También crece el absentismo por incapacidad temporal, que llegó a un 5’8%, registrando un aumento del 0’3% interanual.
Todo parece indicar que superará las cifras de 2020. Ese año se cerró con una media anual de 7’1% mientras que, a falta de conocer los datos del último trimestre de 2024, la tasa de absentismo media de 2024 se cifra en 7’2%.
País Vasco, la comunidad autónoma con mayor absentismo laboral
El estudio desgrana los datos también por comunidad autónoma. El País Vasco encabeza el ránking con una tasa de absentismo de un 9’8%, seguida por Navarra con un 8’9% y Murcia con un 8’4%.
Los dos archipiélagos se encuentran en el otro lado de la tabla. La comunidad autónoma con menor tasa de absentismo laboral es Baleares, con un 4’7%, y Canarias, con una tasa de 6’6%. Por otro lado, la única que registra un descenso del absentismo laboral es la Comunidad Valenciana, donde ha bajado un 0,6%.
El sector con mayor tasa de absentismo laboral es la industria
Si hablamos de sectores, la industria es el sector con más absentismo laboral. Se sitúa en un 8’3%, lo que supone un aumento de medio punto interanual. En segundo lugar se encuentra el sector servicios, que crece un 0’4% interanual hasta alcanzar el 7’5%. El sector servicios cierra el podio con un 6’2% de absentismo y un incremento de 0’6%.
La actividad que registra más absentismo es la sanidad (12’2%), seguida muy de cerca por la fabricación de vehículos (12’1%) y las actividades postales y de correos (11’7%). Sin embargo, en las actividades con menos absentismo se encuentran los servicios de empleo (2’8%), seguidos por los trabajos vinculados al cine y producción audiovisual (3’3%) y los servicios inmobiliarios (3’6%).
Consecuencias de una tasa de absentismo laboral alta
El absentismo laboral es uno de los datos que más tienen en cuenta los equipos de Recursos Humanos, porque puede tener consecuencias negativas:
- Descenso de la productividad: las horas de trabajo que no se registran pueden significar tareas inacabadas y retrasos en entregas. Esto muchas veces se traduce en sobrecarga para el resto del equipo.
- Incremento de costes: sustituir a las personas ausentes supone un sobrecoste económico, al que se suman el tiempo de gestión de la incorporación de estas personas y la formación.
- Daño reputacional: el absentismo puede repercutir en la calidad del servicio. Esto afecta directamente a la imagen de la empresa de cara a proveedores, clientes e incluso candidatos y candidatas.
- Deterioro de la cultura empresarial: una tasa de absentismo alta suele repercutir en la motivación y el compromiso del equipo, lo cual puede derivar en tasas altas de rotación.
Cómo reducir el absentismo laboral
Poner en marcha planes de acción para reducir al máximo esa tasa de absentismo es clave para el buen funcionamiento de la compañía y para alcanzar todos los objetivos empresariales. Algunas técnicas que funcionan son:
- Promover un entorno y unos hábitos saludables. El absentismo está muy ligado a la salud física y mental. Por lo tanto, se pueden crear planes de bienestar laboral que cuiden la salud de los empleados: desde iniciativas relacionadas con la actividad física o la nutrición a talleres de mindfulness o sesiones de terapia.
- Revisar las políticas internas. Contar con políticas de flexibilidad horaria real, teletrabajo o formatos híbridos ayuda a la plantilla a conseguir el equilibrio entre la vida personal y la profesional.
- Contar con un seguro médico. Es una forma de dar más opciones a los empleados y empleadas, agilizar los tiempos de espera y poner a su disposición más herramientas para prevenir o recuperar su salud antes. Además, es el beneficio más valorado por los equipos.
- Construir una cultura corporativa fuerte. Es importante crear un entorno diverso, inclusivo y de confianza donde la plantilla se sienta segura para comunicar su malestar y sus posibles problemas para poner solución pronto. Fomentar la transparencia y la comunicación abierta son buenos antídotos para el absentismo.
- Reconocer los logros del equipo. Mantener la motivación es la vía más segura para que aumente el engagement del empleado o empleada y, por lo tanto, se reduzca la tasa de absentismo. Reconocer sus logros de forma pública hace que se sientan valorados y, por lo tanto, más comprometidos.
- Planes de beneficios personalizados. Es un incentivo de muchísimo valor y una de las mejores herramientas para fidelizar talento. Pero también es importante averiguar qué es lo que realmente el equipo valora para que ese plan de beneficios sociales realmente les aporte.