Cómo desarrollar una cultura de innovación en tu empresa
La cultura de la innovación es un tipo de cultura empresarial especialmente arraigada en las empresas tecnológicas y muy presente en las grandes organizaciones en la última década.
De hecho, esta se ha expandido a todo tipo de sectores y actividades económicas como necesidad. El proceso de digitalización, la apuesta por un modelo económico sostenible, la necesidad de competir en mejores condiciones y la de aumentar la capacidad de transformación y resiliencia han empujado a todo tipo de empresas a abrazar la cultura de la innovación.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es la cultura de innovación?
- Valores y principios clave en una cultura innovadora
- Estrategias para implantar una cultura de innovación empresarial
¿Qué es la cultura de innovación?
La cultura de la innovación empresarial es aquella que empodera a los empleados y empleadas, a través de los recursos necesarios, para la búsqueda de nuevas soluciones. Es decir, propicia el desarrollo de nuevos productos, servicios, procesos o sistemas de gestión capaces de brindar respuestas adecuadas a las necesidades actuales y futuras, en base al desarrollo del conocimiento.
Hoy en día, la cultura innovadora impulsa a las empresas y constituye un motor para la transformación.
Valores y principios clave en una cultura innovadora
Existen valores y principios clave comunes a toda cultura innovadora empresarial:
Mentalidad abierta y disposición al cambio
Quienes innovan abrazan el cambio, la transformación, que ven como necesaria para una evolución positiva. Así, entre los principales valores y habilidades que atesoran quienes forman parte de este tipo de empresas se encuentran:
La creatividad, la curiosidad, la flexibilidad, la tolerancia, la escucha activa, el optimismo y la apuesta por la diversidad como condiciones inherentes a una mente abierta.
La resiliencia, la apuesta por la transformación continua, la tolerancia a la frustración, la paciencia, la ausencia de miedo al fracaso, la tenacidad y la persistencia como condiciones inherentes a la disposición al cambio.
Todas estas habilidades y valores deben cultivarse desde la dirección empresarial, de tal forma que permeen en todas las capas de la organización, creando así una auténtica cultura de la innovación.
Colaboración y trabajo en equipo
Las empresas más exitosas del momento se asientan sobre plantillas creadas a través de grupos multidisciplinares y muy diversos.
En estos, entran en juego profesionales especializados en áreas muy diversas y con bagajes culturales muy dispares, capaces de complementar sus conocimientos a través de la cooperación y el trabajo en equipo.
Tolerancia al fracaso y aprendizaje continuo
Se dice que en la cultura de la innovación no hay fracaso, sino aprendizaje. Invertir tiempo y dinero en innovación es invertir en proyectos que sitúan a la empresa en la senda del éxito, aunque fracasen en un primer momento. No existe capacidad de innovación si no existe tolerancia al fracaso y aprendizaje continuo.
Es más, las empresas deben propiciar un entorno de trabajo que anime a los y las profesionales a poner en práctica sus ideaciones una y otra vez. A ponerlas, eso sí, sin miedo al reproche ni a posibles consecuencias negativas por un posible fracaso.
De ahí que sean enemigas de la cultura de la innovación la falta de incentivos, el cortoplacismo o la reprobación constantes, además de la falta de recursos, y no solo tecnológicos, sino de otros también valiosos como tiempo y apoyo moral.
Enfoque en el cliente y sus necesidades
Toda cultura de la innovación ha de remar a favor de un objetivo: mejorar la vida de las personas, ya sea de los y las profesionales que trabajan en la empresa o de la sociedad a través de nuevos productos o servicios.
Estrategias para implantar una cultura de innovación empresarial
Muchas grandes ideas e innovaciones han salido de una pequeña empresa, incluso de un par de profesionales encerrados en un garaje hasta dar con el quid de la cuestión. Así pues, aunque un presupuesto elevado ayuda en los procesos de investigación y desarrollo, no es una condición esencial, sino de un entorno favorable al pensamiento y la creatividad.
De hecho, implantar la cultura de la innovación empresarial precisa de:
- Diagnóstico inicial y evaluación del estado actual de la empresa en lo que respecta a la cultura de la innovación: ¿es esta correcta? ¿es suficiente el esfuerzo realizado?
- Definición clara de objetivos y metas a alcanzar a través de la cultura de la innovación.
- Planificación e implementación de iniciativas específicas: una estrategia transversal, acciones concretas para grupos de trabajo, etc.
- Monitoreo y ajuste continuo del proceso de innovación.
En definitiva, la cultura de la innovación debe ser parte del ADN de una empresa, al menos para que realmente sea efectiva.