El Design Thinking: una forma de pensar que transforma ideas en soluciones efectivas

El design thinking es una metodología por fases que trata de generar soluciones innovadoras enfocadas a solventar necesidades muy concretas. De hecho, es común encontrar definiciones que hablen del design thinking como una forma de maximizar la creatividad colectiva, de poner el foco en las necesidades cambiantes de la clientela o de diseñar soluciones exitosas: de gran valor añadido y ventaja competitiva.
La eficacia del design thinking ha sido demostrada por muchas de las grandes empresas que lideran el actual mercado internacional y la mayoría de las tecnológicas (Apple, Google, IBM…). Sin embargo, esta metodología puede aplicarse a cualquier tipo de organización.
Introducción al Design Thinking
Desde el diseño de bienes hasta la gestión empresarial, hoy en día el design thinking se aplica a toda la cadena de valor ligada al desarrollo de una empresa, de un servicio o de un producto.
Definición y origen del Design Thinking
El design thinking es una metodología centrada en las necesidades del usuario o usuaria. Pero la gran diferencia respecto a otros métodos es que esta persigue una solución creativa al problema desde un enfoque iterativo y colaborativo. De hecho, se basa en la capacidad de empatía y de experimentación de los y las profesionales involucrados, así como en la generación de prototipos para desarrollar soluciones innovadoras en diversos ámbitos.
La historia del concepto de design thinking comenzó en la década de los 50. Hunde sus raíces en la metodología de diseño industrial. Sin embargo, ganó popularidad en la década de 1960 gracias al académico Herbert A. Simon. Este científico, ganador del Premio Nobel, fue el primero en mencionar el diseño como una forma de pensar en su libro de 1969, The Sciences of the Artificial.
En los años 90, el design thinking se generalizó en el ámbito empresarial y hoy en día se ha expandido a sectores como la educación, la salud y la gestión organizacional.
Importancia en la innovación y resolución de problemas
El design thinking resulta clave en la innovación y resolución de problemas porque proporciona un enfoque estructurado, pero al mismo tiempo flexible, para abordar desafíos complejos mediante soluciones centradas en el usuario o usuaria.
De hecho, fomenta la generación de ideas disruptivas. ¿Cómo? Mediante el denominado pensamiento divergente, la experimentación y la iteración continua entre los miembros del equipo. Todo esto da lugar a la creación de productos y servicios innovadores.
Principios fundamentales del Design Thinking
El design thinking no solo impulsa la innovación disruptiva, sino que contribuye a la optimización de los procesos de toma de decisiones. Esta faceta favorece enormemente el trabajo de los equipos de dirección ante la resolución de problemas acuciantes en entornos altamente dinámicos y competitivos. Su importancia se asienta en estos aspectos:
Enfoque centrado en el usuario
Permite comprender las necesidades y expectativas de las personas ante un problema concreto. Esto garantiza que las soluciones concebidas sean realmente efectivas y de gran valor añadido respecto a soluciones anteriores.
Iteración y prototipado
El uso de prototipos y pruebas facilita la identificación de errores u oportunidades de mejora antes de la implementación final de la solución o de su salida al mercado. Este aspecto optimiza todo el proceso, así como los recursos necesarios, y reduce la incertidumbre.
Colaboración interdisciplinaria
El design thinking está muy ligado a la actividad de equipos multidisciplinares y de alto rendimiento. Impulsa la cocreación, colaboración y la sinergia entre equipos de diferentes áreas. Esta faceta o cualidad permite integrar múltiples perspectivas que enriquecen la calidad de las soluciones desarrolladas.
Fases del proceso de Design Thinking
El proceso de design thinking se compone de cinco fases principales. Sin embargo, no se trata de un proceso lineal. Dichas fases pueden repetirse o combinarse según los aprendizajes obtenidos:
Empatizar: Comprender las necesidades del usuario
Se trata de comprender en profundidad a los usuarios o usuarias, sus necesidades y expectativas. Se utilizan para ello herramientas como entrevistas, observación y mapas de empatía. Gracias a estas, se puede recopilar información objetiva y veraz.
Definir: Identificar el problema central
Con los datos obtenidos en la fase anterior, se identifica el problema central que es necesario resolver y en torno al cual se van a generar las soluciones.
Idear: Generar ideas creativas y soluciones potenciales
De la mano de la creatividad, el pensamiento divergente, etc., se genera toda una cascada de ideas y soluciones innovadoras. Para ello, se emplean técnicas como el brainstorming, mapas mentales…, con el fin de explorar distintas posibilidades y el éxito de su desarrollo.
Prototipar: Construir representaciones tangibles de ideas
Las ideas seleccionadas en la última de las fases se llevan a prototipo o representación visual. Estos bocetos, modelos físicos, simulaciones digitales, maquetas…, permiten explorar la viabilidad de la solución y su idoneidad de una manera más tangible.
Evaluar: Probar y refinar los prototipos con usuarios reales
Se trata de la última fase, aquella en la que se prueban los prototipos con personas reales para evaluar la experiencia de estas últimas respecto a la solución dada. Se mide así la funcionalidad y se obtiene un feedback de dichos usuarios con el fin de llevar a cabo los ajustes o modificaciones pertinentes para mejorar la solución.
Herramientas y técnicas comunes en Design Thinking
El design thinking utiliza diversas herramientas y técnicas en cada una de sus fases. Algunas de ellas las hemos citado más arriba. Estas son las más comunes:
Mapas de empatía
Se utilizan en la primera fase. Permiten acercarse a las necesidades del usuario o usuaria. Conocer qué piensa, siente…, acerca de un problema, para entender su punto de vista.
Otras similares son las entrevistas en profundidad: conversaciones directas para comprender necesidades, motivaciones, frustraciones… La observación o análisis del comportamiento de los usuarios y usuarias en su entorno real y el denominado Customer Journey Map, que es algo similar a la employee experience en el mundo laboral. Es decir, el recorrido de una persona en su relación con una marca, un producto o un servicio con el fin de detectar oportunidades de mejora.
Lluvia de ideas (brainstorming)
Herramienta indicada para la fase de Idear. Gracias a esta lluvia de ideas, el equipo puede generar múltiples ideas de forma totalmente libre y transparente.
Storyboards y escenarios
Muy útil para la fase de prototipado, pues permite una secuencia visual de la experiencia del usuario o usuaria respecto a la solución propuesta. Otras herramientas viables son el sketching (dibujos simples para representar ideas de forma visual y ágil), los wireframes (esquemas básicos de interfaces digitales para estructurar el diseño de productos digitales) o los mockups (versiones preliminares de productos para probar funcionalidades en diseño digital).
Prototipos rápidos
Permiten enriquecer el proceso de design thinking comprobando que las soluciones presentadas son viables y están alineadas con las necesidades del usuario. Permiten la evaluación directa de prototipos con usuarios reales con el fin de recoger su feedback.
Las entrevistas y encuestas sobre la experiencia con el prototipo son otra de las opciones para identificar mejoras y áreas críticas.
Aplicaciones prácticas del Design Thinking
Como señalábamos, a partir de los 90, el design thinking experimentó un boom sin precedentes, extendiéndose por prácticamente cualquier sector de actividad en la búsqueda de soluciones prácticas:
Sectores donde se aplica con frecuencia (educación, tecnología, salud)
- El design thinking se ha convertido en una metodología clave en la actividad de emprendimiento, para el desarrollo de nuevos productos y servicios basados en necesidades reales de los clientes. También en sectores como:
- El tecnológico, especialmente en el desarrollo de softwares.
- El de la salud y el bienestar laboral, mediante el diseño de soluciones centradas en el paciente y en la mejora de la salud de empleados y empleadas en los entornos laborales.
- El de educación y formación, con herramientas innovadoras que mejoran la capacidad de aprendizaje.
- El del retail, con una notable incidencia en la mejora de la experiencia del cliente.
- El financiero, centrado en la transformación digital de la banca y los servicios financieros mediante el desarrollo de plataformas fintech y aplicaciones para una mejor experiencia de usuario.
Beneficios del Design Thinking para las empresas
El design thinking ofrece numerosos beneficios para las empresas, ayudándoles a innovar, a mejorar sus procesos y a generar soluciones óptimas. Estas son sus principales ventajas para las organizaciones:
- Fomento de la innovación continua
- Mejora de la experiencia del cliente
- Incremento en la eficiencia y reducción de costos
Podría decirse que el design thinking es una herramienta estratégica para las empresas que buscan diferenciarse, mejorar su competitividad y ofrecer soluciones innovadoras que realmente generen valor y enganchen al usuario o usuaria final.
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