Blog Home

¿Cuáles son los indicadores de la estabilidad económica?

Cobee Team |

Los indicadores de estabilidad económica son aquellos datos a los que echamos mano cuando tratamos de dilucidar el estado de salud de nuestra economía. Nos sirven para medir el grado de bienestar financiero, realizar previsiones de crecimiento o atisbar una crisis. 

De hecho, son tomados en cuenta por economistas, inversores, empresas y administraciones a la hora de tomar decisiones estratégicas, también por las familias. Y son un must en los medios de comunicación.

Al igual que existen indicadores clave en el crecimiento de las organizaciones como la productividad marginal, existen datos que nos muestran el crecimiento y prosperidad de una o múltiples economías. 

Tabla de contenidos

Características e Indicadores de una Economía Estable

La estabilidad económica de una región, un país o un continente entero se mide a través de una serie de indicadores. Estos pueden tomarse en cuenta de manera independiente o conjunta. Algunos de los más habituales son: 

  • Los datos de la Encuesta de Población Activa, para averiguar la tasa de desempleo.
  • El IPC y la inflación en la cesta de la compra.
  • El IPV o Índice de Precios de la Vivienda.
  • El PIB o Producto Interior Bruto de un país.
  • Los indicadores sobre cambio climático.
  • La deuda de las Administraciones públicas.
  • El nivel de endeudamiento de las familias y/o empresas.
  • Los tipos de interés del BCE.
  • El déficit o el superávit de un país.
  • El número de hipotecas suscritas.
  • El Salario Mínimo Interprofesional.
  • La Prima de Riesgo.
  • El precio de las materias primas.

Todos ellos son datos macroeconómicos relevantes y sin los cuales sería muy difícil realizar predicciones económicas o analizar el grado de bienestar financiero.

Relación entre PIB, Inflación y Desempleo

Existe una relación macroeconómica entre la inflación y la tasa de paro que afecta directamente al PIB. Este último mide el valor de todos los bienes y servicios producidos en un país durante un período de tiempo. Y se ha convertido en la gran medida estándar, a nivel mundial, para determinar el crecimiento y la buena salud financiera de un Estado.

Si bien es cierto que existe un debate a nivel global (desde hace ya más de una década) sobre si el PIB es una herramienta adecuada para medir la riqueza de los países, pues no tiene en cuenta KPI vinculados, por ejemplo, a la calidad de vida de la ciudadanía o el índice de felicidad y bienestar de la misma.

Por lo general (y explicado de manera muy simplista) cuando la demanda aumenta lo hace la producción y, con esta última, el empleo. Por tanto, disminuye la tasa de paro y aumenta el nivel de precios (inflación). Esta situación alienta el crecimiento del PIB, es decir, el incremento de la actividad económica. Y si la actividad económica repunta, el desempleo se reduce y la renta per cápita aumenta.

Crecimiento Económico Sostenido con Mínima Inflación

Dicho lo anterior, la clave de la salud financiera reside en lograr un crecimiento económico sostenido. Es decir, que genere una mínima inflación para que esta no repercuta negativamente sobre la demanda ni los costes de producción. Pero no una inflación tan baja que pueda suponer el estancamiento de la economía y una merma en el crecimiento y la generación de empleo.

Lograr un crecimiento económico sostenido, con una inflación equilibrada, es el escenario ideal para cualquier país. Pero requiere de unos niveles de productividad elevados mediante la inversión en desarrollo tecnológico, innovación y diversificación.

Niveles Adecuados de Empleo y Ocupación Laboral

Un crecimiento económico adecuado viene acompañado de niveles de empleo y ocupación idóneas. De hecho, las condiciones económicas adversas no hacen sino empujar a trabajadores y trabajadoras hacia el empleo informal.

De hecho, alcanzar la estabilidad económica de la mano de un nivel adecuado de empleo, decente, inclusivo y diverso, es uno de los objetivos de los ODS de Naciones Unidas.

A medida que las economías se estabilizan, la tasa de desempleo desciende. Así que, mantener el crecimiento económico per cápita y del PIB, así como elevar la productividad a través de sectores con gran valor añadido, trae consigo un uso efectivo de la mano de obra y la reducción de la brecha salarial.

Estrategias Prácticas para Alcanzar la Estabilidad Económica y el Bienestar Financiero

Una de las palabras más escuchadas últimamente respecto a la estabilidad económica y salud financiera es la de resiliencia. A ella apelan los expertos que hablan del estado actual de la economía mundial: el crecimiento se mantiene y la inflación se reduce tras una escalada sin precedentes. Conquistar esta situación no ha sido fácil. Ha dependido, en buena medida, de la aplicación de estrategias prácticas.

Aplicación Efectiva de Políticas Fiscales y Monetarias Casos Prácticos

Hoy en día, y tras cinco años complicados, sigue siendo necesario realizar ajustes fiscales que garanticen la sostenibilidad de la deuda y, con ello, la estabilidad económica de los países. Tal y como explica Pierre-Olivier Gourichas en su texto: “el éxito del episodio de consolidación fiscal y acomodación monetaria de 1993 en Estados Unidos viene a la memoria como ejemplo a emular”.

Intervención Estratégica del Banco Central en Situaciones Críticas

Las intervenciones del Banco Central con el fin de influir en la economía de un país tienen un gran impacto sobre los mercados y la salud financiera. Estas pueden ser necesarias cuando se trata de mantener la estabilidad de precios para contribuir a un mayor crecimiento. El Banco Central puede intervenir de varias formas: incrementando o reduciendo las tasas de interés, por ejemplo, para frenar el gasto o, todo lo contrario,  aumentar el endeudamiento y el grado de inversión.

Con los planes de beneficios y la retribución flexible de Cobee tu empresa mejorará la motivación de tu equipo

Descubre cómo mejorar la vida de tu equipo con Cobee. Reúnete con nuestro equipo

¿Quieres estar al día sobre beneficios para empleados?