Así puedes medir la productividad en el trabajo en tu empresa

La productividad en el trabajo mide la eficiencia de producción. Esta sería la aproximación más breve y sencilla al término. 

Sin embargo, la productividad en el trabajo es un término complejo, que ha dado lugar a innumerables discusiones y teorías, especialmente sobre cómo aumentarla. 

Hoy en día, la productividad en el trabajo está asociada a conceptos como el de las nuevas tecnologías, la robótica o el bienestar de la plantilla.

Tabla de contenidos

• Qué es la productividad en el trabajo y en qué consiste
• Claves para rendir más y mejor
  • El papel de las nuevas tecnologías
  • La robótica
  • Trabajadores satisfechos
• Consejos para mejorar la productividad laboral
• Cómo medir la productividad en el trabajo

Qué es la productividad en el trabajo y en qué consiste

Como hemos señalado, productividad en el trabajo es sinónimo de eficiencia en el ámbito laboral. 

Esto quiere decir que la productividad mide la relación entre el rendimiento de un recurso y la consecución de un objetivo concreto. En otras palabras, algo más sencillas: mientras menos recursos empleemos (y en menos tiempo) para alcanzar una meta, mayor rendimiento obtendremos y, por lo tanto, más productividad.

Así que, eficiencia, rendimiento y productividad en el trabajo van de la mano. De ahí que las organizaciones persigan su maximización. 

A efectos prácticos para una empresa, la productividad es una medida económica. Esta sirve para cuantificar los recursos empleados en la consecución de determinados bienes y/o servicios durante un periodo concreto.

Cuando hablamos de productividad en el trabajo, nos referimos normalmente a unos recursos muy determinados: el capital humano de la empresa.

Claves para rendir más y mejor

Si introducimos mejorar la productividad en Google, aparecen más de 43 millones de resultados. Esta cifra nos da una idea de cuán importante es el incremento y mejora de la productividad en el trabajo.

Existen libros que teorizan sobre la cuestión, que la analizan y que ofrecen fórmulas distintas para lograr el nivel de productividad idóneo.

Así que, las claves para rendir más y mejor son muchas. Aunque, como suele ocurrir, unas imperan sobre otras.

Hoy en día, la mejora de la productividad en el trabajo pasa por distintas cuestiones a tener en cuenta:

El papel de las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías han supuesto un impulso vital de la productividad en el trabajo en nuestro país.

Sistemas en la nube, automatización de tareas, Big Data, Inteligencia Artificial… Todas ellas son tecnologías que presuponen el uso de menos recursos para lograr un objetivo en el menor tiempo posible. Y que presuponen, también, una mejor cualificación de los trabajadores y trabajadoras. Otro factor importante a tener en cuenta a la hora de hablar de productividad.

El grado de penetración de las nuevas tecnologías en nuestro sistema productivo y empresarial está ligado, pues, al concepto moderno de productividad en el trabajo.

La robótica

Relacionada con el punto anterior encontramos la robótica. La robótica avanzada está diseñada para maximizar la productividad en el trabajo. Lo consigue mediante la automatización de tareas con menor valor añadido para la empresa. Y también reduciendo drásticamente los márgenes de error.

Un buen ejemplo que nos dejaba este artículo de Cinco Días sobre la robotización, es la nueva apuesta de las empresas de reparto por la paquetería inteligente. Es decir, el uso de robots para el reparto de paquetes por parte de las empresas de comercio electrónico. 

Esta alternativa se alza como una apuesta más rápida y eficiente, más productividad, en la gestión de envíos. Y es un buen ejemplo de lo que significa la robotización en la productividad en el trabajo.

Trabajadores satisfechos

Si las nuevas tecnologías y la robótica son importantes para alcanzar la productividad laboral, el hecho de contar con trabajadores satisfechos lo es en igual medida.

Un empleado efectivo será un empleado motivado, seguro de su desempeño e importancia en el buen funcionamiento del engranaje empresarial. Un trabajador productivo es un trabajador que se siente parte y cómplice de la empresa.

Esta concepción, aunque en este momento a muchos nos parezca obvia, no siempre ha sido así. De hecho, la teoría de que la productividad de un empleado pasa por su motivación y afección a la compañía es bastante nueva. Y desafortunadamente, aún es una quimera en determinadas compañías, sectores o países. 

Sin embargo, existe una correlación real entre el nivel de productividad en el trabajo y la satisfacción de una persona en su puesto. Merece la pena tenerlo en cuenta y comenzar a poner al trabajador en el centro de la estrategia empresarial. 

Consejos para mejorar la productividad laboral

¿Cómo conseguirlo? ¿Cómo poner al trabajador en el centro de la organización para lograr aumentar esa productividad laboral?

La respuesta pasa por el diseño de planes personalizados y flexibles de beneficios sociales y compensación total.

Nos explicamos. La empresa debe colocar al trabajador en una situación de implicación máxima con la empresa y de bienestar físico y mental. Solo así obtendrá lo mejor de sí mismo y, con ello, de su capacidad productiva.

Para lograr tal objetivo, una excelente herramienta son aquellos planes que otorgan a los trabajadores un plus más allá de su nómina:

• Planes formativos y de promoción.
• Seguros de salud, de vida, asistencia psicológica…
• Medidas para favorecer la conciliación personal, familiar y laboral.
• Wellness corporativo.
• Protocolos en pro de la transparencia, la equidad, la comunicación…
• Ayudas al transporte, a la comida, a servicios deportivos o de ocio…
• Cambios en la organización empresarial que favorezcan el trabajo en equipo.
• Cambios en la forma de producir que favorezca el trabajo en remoto y/o por objetivos.

En definitiva, todo aquello que permita a una organización cultivar la felicidad entre los trabajadores y su motivación. 

A esto debemos sumar una apuesta clara por la innovación, a fin de facilitar el trabajo diario a las plantillas. Es decir: desprender a los empleados de aquellas tareas más tediosas para mejorar su rendimiento en otras de mayor peso y valor.

Un trabajador motivado y comprometido será, casi con total seguridad, más productivo en el trabajo. 

Cómo medir la productividad en el trabajo

Medir la productividad en el trabajo resulta de vital importancia. Solo así podremos mejorarla. En este sentido, es importante medir no solo la productividad de la empresa en su conjunto, sino de cada uno de los departamentos e incluso de sus integrantes. Dicha información contribuye a una toma de decisiones garantista.

Para ello, es necesario adoptar una métrica adecuada a través de indicadores efectivos que evalúen el esfuerzo invertido en la consecución de los objetivos propuestos.Hoy en día, existen métodos de cálculo concretos, incluso aplicaciones informáticas para tal fin. La mayoría de ellas parten de la fórmula base siguiente: productos o servicios producidos / recursos utilizados.