Ventajas de los seguros de salud colectivos
Más de 11,5 millones de personas tienen contratado un seguro de salud privado en España. Los motivos son varios, entre ellos, la saturación del sistema público de salud, que provoca dilatados tiempos de espera. Pero también precios de contratación asequibles o coberturas extra como la atención psicológica o la salud bucodental. Sin embargo, ¿cómo funcionan los seguros médicos? Aún muchas personas se hacen esta pregunta aunque, a tenor de las cifras de contratación, cada vez menos.
Tabla de contenidos
- Qué cubre un seguro de salud
- La opción de los seguros de salud colectivos
- Beneficios de tener un seguro de salud
Qué cubre un seguro de salud
Un seguro de salud privado trata de llegar hasta donde no puede, al menos de forma inmediata, la sanidad pública en dos aspectos clave: coberturas complementarias y atención especializada en cuestión de días, fundamentalmente en la fase de diagnóstico. Es decir, listas de espera apenas inexistentes y la posibilidad de incluir servicios como los de tratamiento psicológico, salud dental o servicio de atención al paciente las 24 horas del día todos los días de la semana, aunque sea a través de opciones online.
En cuanto a cómo funciona el seguro de salud, un seguro médico privado se contrata a través de una entidad aseguradora que nos da acceso a las coberturas sanitarias deseadas. Estas se detallan en la póliza suscrita, que puede ser más o menos completa en función de los servicios que elijamos y por los que debemos pagar una prima mensual.
La opción de los seguros de salud colectivos
Tenemos que recordar que además de los seguros de salud privados, existen los seguros de salud colectivos. Estos últimos forman parte de los planes de beneficios corporativos de las empresas. Entre sus beneficios figuran ciertas ventajas fiscales y mejores condiciones económicas a la hora de su contratación. En cuanto a otros factores, por ejemplo, cómo funcionan los seguros de salud privados y colectivos, estos no difieren en absoluto de los seguros de salud individuales.
Pero estas últimas no son las únicas razones para ofrecer un seguro de salud en un plan de retribución flexible empresarial. Existen muchas otras.
Beneficios de tener un seguro de salud
Tras la pandemia, los trabajadores y trabajadoras modificaron ligeramente sus preferencias. Un 44,7 % de las personas consultadas por Cobee para su informe de tendencias anual aseguró a principios de año que ahora se preocupaban mucho más por temas de salud y bienestar.
Esto quiere decir que los seguros de salud se han convertido en una herramienta decisiva a la hora de mejorar el employer branding de una empresa. Y no solo para fidelizar a la plantilla, sino para atraer a nuevos talentos.
De hecho, en la cartera de servicios que suelen incluir los planes de compensación de las compañías, el beneficio estrella es el seguro de salud (47,5 %), seguido de la formación (40,9 %), el ticket restaurante (40,7 %), el seguro de vida (26,3 %), el ticket transporte (21,4 %) y los planes de pensiones (21,2%).
- La atención psicológica en los equipos de trabajo
Cuando hablamos de planes dirigidos a una plantilla especialmente joven, llaman la atención los seguros de salud colectivos que incluyen beneficios como el de psicólogo online. Según el citado informe de Cobee, la generación Z y los millennials lo incluirían en sus planes en el 33,3 % y 28,4 % de los casos respectivamente. De hecho, la implantación de los planes de salud mental ha crecido un 24 % gracias, en parte, al fin del tabú sobre los problemas de índole mental.
- Menor absentismo, mayor capacidad adquisitiva
Además de una herramienta eficaz de fidelización, los seguros de salud se perfilan como un soporte vital para las empresas a la hora de garantizar la eficacia y eficiencia de su actividad diaria. ¿Por qué? Porque contribuyen, por ejemplo, a disminuir las tasas de absentismo laboral y porque incrementan el poder adquisitivo de los equipos de trabajo sin necesidad de subir los sueldos. Es decir, la apuesta por los seguros de salud presenta un ROI importante para cualquier corporación.
Y es que, uno de los motivos más habituales de absentismo, ya sea este justificado o no, en las empresas españolas es el deterioro de la salud, cada vez más relacionado con problemas como la ansiedad, el estrés o la depresión.
En cuanto al aumento de la capacidad de gasto por parte de las plantillas, es hoy en día, en tiempos de inflación, cuando más se valora. Por ejemplo, un trabajador o trabajadora con un salario de 28.000 € brutos al año y consumos que alcancen los 4.380 euros al año en conceptos como el ticket transporte o el seguro de salud, podría obtener una subida neta salarial del 7,4 %.
En definitiva, se trata de incrementar ese salario emocional que toma relevancia ante unas expectativas cada vez mayores de los empleados y empleadas españoles.