Employer Branding o marca empleadora
La Employer Branding es la capacidad de una empresa para brindar a su plantilla una propuesta de valor más allá de la nómina.
Está asociada a términos como el de salario emocional o compensación total, soluciones diseñadas para ofrecer a trabajadores y trabajadoras ventajas capaces de satisfacer todas sus necesidades desde un punto de vista integral. Dicha capacidad determina, en buena medida, la reputación de la empresa.
Claves de la Employer Branding
Una employer branding exitosa es capaz de poner a empleados y empleadas el centro de la cultura empresarial y de cualquier decisión estratégica que se tome en el seno de esta con el fin de mejorar sus condiciones de trabajo y, con ellas, su salud y bienestar.
Esta condición aporta dos enormes ventajas: un aumento de la capacidad de atracción de profesionales y el incremento en los niveles de fidelización de la plantilla. Es decir: más innovación, más productividad y más rentabilidad.
Adoptar una estrategia de Employer Branding significa habilitar todo un abanico de condiciones laborales no solo ventajosas, sino atractivas para los y las profesionales.
Así, la empresa debe hacer un esfuerzo por determinar cuáles son las necesidades, intereses y expectativas de sus equipos de trabajo, y cómo quieren satisfacerlas. Mientras más flexibles, personalizada y variopinta sean las soluciones presentadas por la organización, mayor será el impacto de la estrategia de Employer Branding.
No solo se trata de mejorar las condiciones de trabajo, sino de configurar toda una cultura empresarial y beneficios corporativos acorde a los nuevos tiempos y perfiles profesionales.
Entre las fórmulas más exitosas para impulsar la Employer Branding de una empresa en la última década destacan:
Plan de desarrollo profesional y de carrera.
Cultura empresarial atractiva.
Comunicación interna y externa efectiva.
Flexibilidad laboral real.
Salario y beneficios competitivos.
Ambiente de trabajo agradable.
Responsabilidad social corporativa.
Reputación online positiva.
Evaluación continua y mejora.
Diversidad, igualdad, trato justo y respetuoso.
Algunas de las consecuencias de incorporar una perspectiva de Employer Branding a la política interna de la empresa son:
1. Mejorar la retención y captación de talento en la compañía.
2. Aumentar el compromiso y afiliación a los valores de la marca.
3. Obtener un valor añadido y diferenciador respecto de la competencia.
4. Reducir los índices de absentismo y la rotación de profesionales.
5. Disminuir los niveles de estrés y ansiedad a favor de un buen ambiente de trabajo.
6. Aumentar la confianza de la plantilla, de los proveedores, clientes, accionistas…, en la marca.
7. Reforzar el prestigio social de la marca y de su posicionamiento en el mercado a través de valores éticos basados en el respeto a las personas.