Renuncia silenciosa

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La renuncia silenciosa o quiet quitting, en inglés, es un fenómeno novedoso en el entorno laboral por el cual los empleados y empleadas cumplen únicamente con las tareas mínimas requeridas por su puesto. Es decir, no se muestran proactivos ni con ánimo de mejora y no se comprometen con actividades adicionales o iniciativas que superen las expectativas básicas.

Este comportamiento no implica una renuncia prematura y formal al trabajo (ghosting laboral), sino una retirada emocional y psicológica del compromiso pleno con la organización en respuesta, normalmente, a una falta de motivación, al agotamiento físico o al estrés generado por una falta de organización, por parte de la empresa, en las tareas habituales.

A través de la renuncia silenciosa, un o una profesional se limita a hacer lo mínimamente necesario durante su jornada laboral.

Claves de la renuncia silenciosa

Algunas de las consecuencias comunes de la renuncia silenciosa son:

Cumplimiento mínimo, solo de las tareas esenciales y necesarias, evitando asumir responsabilidades adicionales.
Falta de proactividad u ofrecimiento voluntario para proyectos adicionales, incluso cuando estos pueden repercutir en un crecimiento personal y profesional.
Desconexión emocional respecto a la cultura y valores de empresa debido a la falta de entusiasmo o interés.
Ausencia de desarrollo ante la falta de aplicación a oportunidades de promoción o capacitación.
Establecimiento de límites estrictos respecto a tareas que no hayan sido escrupulosamente y formalmente asignadas de antemano.

Causas de la renuncia silenciosa

Las causas de esta renuncia silenciosa suelen ser también comunes, así como efectivas algunas medidas al respecto:

Búsqueda de un equilibrio entre lo personal y lo laboral en trabajos que exigen un alto grado de presencialismo o una gran carga de trabajo. La solución: medidas de conciliación, flexibilización de la jornada de trabajo y mejor distribución de las tareas entre los y las profesionales, de tal forma que sean equitativas al tipo de rol dentro de la empresa.

Búsqueda de un aumento del poder adquisitivo, enormemente mermado por la inflación y la congelación de sueldos. La solución: políticas retributivas más equitativas y competitivas. Articulación de planes de beneficios que incrementen dicha capacidad, en muchas ocasiones, incluso sin necesidad de subir los salarios.

Niveles de estrés y ansiedad inasumibles al sentir que no se llega a los objetivos marcados. La solución: adopción de objetivos realmente alcanzables y dotación de herramientas tecnológicas y soluciones inteligentes a los y las profesionales para que puedan aumentar su productividad: automatización de procesos, robotización…

Otras causas del quiet quitting o renuncia silenciosa pueden ser la desmotivación por una falta de reconocimiento al esfuerzo realizado o los éxitos conseguidos, la falta de oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, así como de promoción, una cultura organizacional negativa, que crea ambientes de trabajo tóxicos, desigualitarios, poco o nada inclusivos ni diversos; falta de liderazgo humanista, basado en la inteligencia emocional y en el fortalecimiento de las capacidades de los individuos; sistemas de trabajo encorsetados y donde existe un férreo control que no dejan a los equipos de trabajo adaptar las tareas a sus criterios o posibilidades, ni asumir ciertas decisiones, ya sean en torno a la estrategia de negocio o a la forma en la que gestionan su tiempo de trabajo.

Todos estos factores pueden llevar a una gran desmotivación e incrementar la renuncia silenciosa en la plantilla.

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