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¿Andar es mejor que correr? Descubre cuál es mejor para tu salud

Cobee Team · 

andar es mejor que correr

Andar es mejor que correr. ¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Sin embargo, ¿qué hay de cierto en la misma? De hecho, escuchar lo contrario también es habitual… Desentrañamos las claves de ambas prácticas deportivas, los pros y contras, y cuando es mejor correr o caminar en según qué casos.

De lo que no hay duda es de que, caminar o correr, cualquier práctica deportiva que se realice de manera rutinaria y acorde a las posibilidades de cada persona eleva el bienestar físico y mental. 

De hecho, la promoción de actividades en torno a ambas modalidades es muy común en las empresas. Estas forman parte de sus planes de wellness corporativos, incorporando así el deporte físico en la estrategia de gestión de talento.

Beneficios cardiovasculares de correr y caminar

Según la Fundación Española del Corazón, tanto correr como caminar a paso rápido o incluso montar en bicicleta resulta beneficioso. La razón: realizar este tipo de actividad física moderada resulta efectivo contra las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en nuestro país.

Mejora de la salud del corazón

Caminar al menos media hora al día a paso rápido y durante cinco días a la semana aumenta la esperanza de vida y reduce el riesgo cardiovascular hasta un 11%. Correr una hora al día, por su parte, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares casi un 5 %.

Reducción de la presión arterial

Correr o caminar mantiene a raya factores de riesgo como una elevada presión arterial. También se equilibran los triglicéridos, el nivel de colesterol o el sobrepeso. Es decir, caminar o correr fortalece el corazón y mejora la función pulmonar, reduciendo el riesgo de miocardiopatía isquémica o ataque cardíaco, y aumentando nuestra calidad de vida.

Impacto en las articulaciones: caminar es más suave

Caminar es mejor que correr cuando se sufren lesiones, especialmente en la espalda, cuello y extremidades inferiores, o cuando existe desgaste en las articulaciones, por ejemplo, de cartílago, tendones y ligamentos, que acumulan gran tensión cuando se corre.

Menor riesgo de lesiones

Al tratarse de un ejercicio de bajo impacto, el riesgo de sufrir lesiones o de acrecentar las ya existentes es mucho menor cuando se camina.

Adecuado para personas con problemas articulares

En personas de edad avanzada o con problemas articulares en rodillas, tobillos, caderas…, la incógnita entre caminar o correr se despeja de inmediato: mejor la primera opción. Se trata de evitar así el impacto repetitivo que supone una carrera contra el suelo, lo que puede causar dolor, inflamación…, especialmente si no se corre de manera adecuada.

Gasto calórico: comparación entre caminar y correr

Correr es mejor que caminar, sin embargo, cuando perseguimos un elevado gasto calórico o la pérdida de peso:

Calorías quemadas por minuto

¿Correr o caminar para quemar calorías? Existen muchas variables a tener en cuenta (distancia recorrida, perfil del trayecto, edad, velocidad…), pero en general, caminar a buen ritmo quema menos calorías que hacer el mismo recorrido corriendo. Mientras que andando media hora se pueden quemar unas 100 calorías, correr 30 minutos supone una quema de más de 250.

Eficiencia en la pérdida de peso

¿Correr o caminar para perder peso? Por lo general, correr, al tratarse de una actividad de mayor intensidad y suponer una mayor quema de calorías, resulta más efectivo a la hora de perder peso a misma cantidad de tiempo dedicado y número de kilómetros realizados en un mismo trayecto. Sin embargo, todo es muy relativo, caminar en pendiente, por ejemplo, realizando ascensiones en montaña, puede suponer una mayor pérdida de peso que correr.

Salud mental y bienestar emocional

A estas alturas no hace falta recordar que cuidar la salud física es un paso hacia delante en la preservación de la salud mental.

Correr o caminar induce la liberación de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, y hacerlo al aire libre o en entornos naturales tranquilos nos permite tomar distancia física y mental, cambiar nuestra perspectiva ante los problemas, al tratarse de un estímulo cognitivo.

Reducción del estrés y la ansiedad al caminar

Algo tan sencillo como caminar ayuda a controlar el estrés gracias a la liberación de tensión muscular, lo que alivia la sensación de peso sobre nuestras espaldas. Además, mejora el estado de ánimo al reducir la ansiedad.

Efectos positivos del correr en el estado de ánimo

Correr, además, al resultar una actividad más exigente, puede mejorar la calidad del sueño y, con esta, nuestro bienestar mental y emocional. Además, si se participa en carreras grupales, el conseguir llegar a la meta genera una sensación de logro que incrementa la confianza en nuestras posibilidades y capacidades.

Diferentes niveles de condición física

Lo importante es adaptar la actividad a los diferentes niveles de condición física

Caminar es mejor que correr si nunca se padecen ciertas dolencias, nunca se ha practicado deporte o se presenta un nivel muy elevado de sobrepeso. En estos casos, caminar tiene beneficios para principiantes y personas sedentarias. Según la Fundación Española del Corazón, “caminar es uno de los ejercicios más económicos, fáciles de llevar a cabo y saludables para la prevención de las enfermedades cardiovasculares”.

Por otra parte, correr representa asumir grandes desafíos y avances para corredores experimentados que desean exigirse más o alcanzar metas ambiciosas.

Por otra parte, hay quien apuesta por alternativas combinadas: intervalos de caminar y correr, por los beneficios de integrar ambas actividades adoptando ejemplos de rutinas de intervalos.

Frecuencia, duración e intensidad del ejercicio

Aunque como hemos dicho se debe adaptar la práctica deportiva al nivel de condición física de cada persona, existen ciertas recomendaciones generalizadas.

Recomendaciones para caminar regularmente

Para mantener una rutina saludable, lo ideal es caminar al menos cinco días por semana. Y como se trata de una actividad poco exigente y de bajo impacto, se puede practicar todos los días.

Cómo estructurar sesiones de carrera efectivas

Respecto al hábito de correr, se necesita cierto descanso para evitar lesiones o fatiga, por lo que se recomienda correr de tres a cuatro veces por semana. Para estructurar un plan de entrenamiento de running efectivo, es necesario aumentar gradualmente la intensidad y el número de kilómetros, incluir descansos y llevar a cabo ejercicios de recuperación. Lo normal es intercalar carreras suaves, intervalos de velocidad y entrenamientos de fuerza.

Y por supuesto, seguir algunos tips, igualmente válidos para correr o para caminar. Entre esos consejos prácticos para una caminata efectiva o para correr figuran adoptar una postura y técnica adecuada o el uso de accesorios y calzado adecuado.

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