¿Qué es la flexibilidad laboral?
Flexibilidad laboral. La gran demanda de nuestro tiempo. Y el factor más importante a valorar en una oferta de empleo para un 21,7 % de los trabajadores y trabajadoras encuestados por Cobee en su Informe de Tendencias en Beneficios 2023. En realidad, un 42,8 % si sumamos quienes entienden por flexibilidad laboral no solo la horaria, sino la opción de teletrabajo o la de full remote.
Y es que, flexibilidad laboral es sinónimo de conciliación, el gran objetivo de nuestro tiempo para las y los empleados.
Sin embargo, la flexibilidad laboral no siempre se refiere al hecho de contar con cierto margen de horarios en la jornada. La flexibilidad laboral también puede referirse a un tipo de empleabilidad con grandes dosis de incertidumbre para las plantillas.
Tipos de flexibilidad laboral
Como hemos señalado, no solo existe la flexibilidad laboral horaria, es decir, de entrada y salida al puesto de trabajo. Estos son los otros tipos de flexibilidad laboral que puedes encontrar en el mercado de trabajo:
- Flexibilidad salarial.
La flexibilidad salarial es una fórmula que permite adaptar la retribución de los equipos de trabajo a las circunstancias reales. Es decir, amoldar las nóminas de los trabajadores y las trabajadoras no solo a los vaivenes económicos, por ejemplo, tomando como referencia la subida del IPC en las revisiones anuales; sino a la realidad productiva que atraviesan las empresas o, simplemente, a sus perspectivas.
Desde que este concepto apareciese en el Estatuto de los Trabajadores en 2010, con motivo de la reforma laboral de entonces, la flexibilidad salarial es fruto de intensos debates en las negociaciones colectivas. De ella depende la capacidad adquisitiva de los y las empleadas, que puede desligarse de lo establecido en un convenio más generalista con el objetivo de evitar despidos en una determinada empresa.
Para las empresas, la flexibilidad salarial supone un balón de oxígeno para mantener su competitividad en situaciones de crisis. Y para no tener que recurrir al despido de parte de la plantilla.
- Flexibilidad en el espacio de trabajo.
La flexibilidad laboral también puede hacer referencia a la flexibilidad en el espacio de trabajo. Este concepto ha sido muy desarrollado en las últimas décadas por sectores eminentemente tecnológicos, por la banca y por las aseguradoras.
Se refiere a espacios versátiles y eminentemente multifuncionales, capaces de cambiar con las necesidades de la empresa. Normalmente, se trata de lugares diáfanos donde los elementos de separación son móviles y ajustables. De esta forma, una zona con cuatro despachos puede convertirse fácilmente en una gran sala de conferencias. Solo hay que eliminar los elementos arquitectónicos fijos y sustituirlos por otros desplazables.
- Flexibilidad funcional.
Este tipo de flexibilidad laboral hace referencia a las tareas y responsabilidades que ha de asumir una persona dentro de una empresa. Si estas son flexibles, dicho perfil podría desempeñar diferentes cargos en distintas secciones sin necesidad de tener que firmar un nuevo contrato, pues este incluye dicha peculiaridad.
La empresa gana, de esta forma, a profesionales polivalentes, capaces de asumir distintos roles en función de las circunstancias. A veces, la hiperespecialización de los y las empleadas dificulta esta tarea.
- Flexibilidad de plantilla.
Esta opción suele referirse a la posibilidad de reducir o ampliar la plantilla en función de las necesidades de producción. El famoso contrato de fijo discontinuo posibilita enormemente esta opción. Las organizaciones pueden elevar el número de trabajadores rápidamente, sin invertir en costosos procesos de selección de personal cada ciertos meses o en despidos masivos
El mercado laboral se ha flexibilizado enormemente en este sentido durante los últimos años. La flexibilidad salarial junto a la de plantillas y la horaria han sido quizás las más decisivas para empresas y equipos de trabajo. Han cambiado radicalmente la forma de gestión dentro de las empresas.
Las ventajas de un trabajo flexible
La flexibilidad laboral suele traer consigo una acomodación de la empresa y la plantilla a las circunstancias. Trata así de huir del encorsetamiento. Permite a las organizaciones adaptar sus costes, recursos humanos y espacio a las necesidades cambiantes, apuntalando así su futuro ante reveses económicos y financieros. Y a las plantillas, sus horarios a las necesidades personales. Sin embargo, ambos intereses pueden entrar en conflicto.
Desventajas de un trabajo flexible
Como hemos visto, la flexibilidad laboral puede afectar de muchas formas a la organización del trabajo. En lo que respecta a medidas que favorecen la conciliación, suponen un gran alivio para las familias. Sin embargo, cuando están ligadas a causas económicas o de producción, suelen traer consigo incertidumbre y pérdida de poder adquisitivo, aunque el fin último sea evitar un mal mayor: el despido o el cierre de una empresa.
Un buen ejemplo son los calendarios flexibles. Estos se ajustan a las necesidades de producción. Es decir, suman o restan horas o jornadas de trabajo al calendario laboral de una plantilla. El objetivo no es otro que impedir el despido de profesionales cuando la producción escasea, pero para las plantillas supone un plus de estrés ante la incertidumbre que generan.